¿Cómo ven lo que está ocurriendo en Abertis, recomendarían entrar a los inversores?
Quizá entrar ahora mismo no, en el corto plazo se podría entrar por la volatilidad al alza que puede haber, lo que sí recomendaría es que mantuvieran sus títulos los accionistas actuales. Va a ser una batalla interesante de ver, si se está dentro mejor y y al final no deja de ser una subasta donde el mayor beneficiado de todo va a ser el accionista. Lo razonable es que Atlantia volviese a contraofertar, sigue en precios razonables por la parte fundamental y cabe recordar que es una compañía que ofrece descuentos muy buenos por métodos comparativos, en líneas fundamentales hablamos de entorno a un 10% o un 12%. La fusión con ACS también podría dar pie a opciones desde un punto de vista secundarias, hablamos de posibles fusiones con compañías alemanas, lo que le daría mayor cuota de mercado y más líneas de negocio.
ACS ha dicho que pondrá a la venta Cellnex, ¿creen que la podrá colocar sin mucho descuento?
Creo que la podría colocar sin mucho problema y no creo que ahora mismo sea un dolor de cabeza para ACS. Cellnex tiene un precio razonable, hay interesados en la compañía y generará a su vez una batalla secundaria que a ACS también le interesa para ganar liquidez y acometer la OPA sobre Abertis.
Estamos también en plena temporada de resultados del tercer trimestre, ¿qué esperan de las empresas españolas?
En general el sesgo va a ser favorable. Hay sectores que están flojeando más, hablamos en concreto del sector de las telecomunicaciones liderado por Telefónica, que sigue sin invertir tras conseguir liquidez tras la venta de O2 y Telxius y esto obviamente genera mucha incertidumbre al inversor y al accionista que ve cómo pasa el tiempo y no acomete ninguna operación y sólo reduce deuda, que está muy bien obviamente, pero creo que tiene liquidez suficiente para ganar líneas de negocio.
Las miradas estarán puestas en los bancos, las constructoras y las inmobiliarias que al final engloba esa recuperación que estamos viendo a lo largo de todo el ejercicio 2017 y que llegará también a 2018 y también en el sector comercio y consumo que se están recuperando a nivel europeo. Seguimos viendo descuentos importantes en el selectivo español en torno al 7% y el 11% y esto es claramente favorable para el comercio interno y también para las exportaciones. Algunas compañías podrían tener cierta volatilidad como las ligadas a la energía.
Wall Street sigue máximo tras máximo, ¿oportunidad de compra o de esperar?
Mientras Donald Trump siga impulsando y promoviendo la economía interna de Estados Unidos creo que vamos a seguir viendo como sube Wall Street. Este impulso del comercio es muy bueno para la economía de EEUU, de hecho dos terceras partes del PIB estadounidense están representadas por el consumo. Pero mientras vemos esto, estas medidas perjudican las exportaciones, a EEUU le interesa un dólar débil para exportar con intensidad y esto también le beneficia a China. Veremos si se lleva a cabo la reforma fiscal y también si la Reserva Federal sube los tipos, algo que podría cambiar el rumbo de Wall Street y fortalecer al dólar, lo que perjudica las exportaciones.
¿Ven oportunidades en Europa o creen que los activos están ya muy caros?
Sí, seguimos viendo PER, Ebitdas y ROE-ROA por debajo de la media, compañías que siguen teniendo crecimientos escalonados y que en definitiva les deja perspectivas favorables en la parte fundamental. Por análisis técnico es diferentes, porque nos encontramos en zonas de máximos en el Dax, lo que genera cierto vértigo por la sobrecompra que acumulan, pero en el corto plazo hay debilidades. Desde el punto de vista microeconómico, seguimos viendo sectores con crecimiento y ratios de descuento como en el consumo, la industria o los bancos por la caídas que se han producido en las últimas semanas.
En ese sentido, ¿les preocupan las tensiones políticas y monetarias que se están viendo en Cataluña o en el contexto internacional en Corea del Norte?
En ese caso esa tensión siempre preocupa, lo que pasa es que el mercado, en general, se ha desvinculado un poco de eventos como atentados, tensiones geopolíticas… vemos un VIX en mínimos, por ejemplo. En España la situación es diferente, ya que tanto el PIB de España como de Cataluña se verían muy perjudicados, en el caso catalán por el cambio de sede social y fiscal de muchas empresas y para España porque Cataluña es una pieza de puzzle importante.