Acabamos de iniciar el mes de noviembre, que suele ser habitualmente positivo. ¿Cómo ves ahora mismo la situación de los indicadores, tanto a uno como a otro lado del Atlántico?
Si nos fijamos en Estados Unidos, que es la referencia principal para los mercados globales, la reciente corrección se debe principalmente a que los inversores no han recibido bien el mensaje de la Reserva Federal. El banco central estadounidense ha indicado que probablemente no habrá bajadas de tipos de interés en lo que queda de año, algo que el mercado no ha encajado de manera positiva. Aunque los futuros sobre fondos federales siguen descontando una probabilidad superior al 50% de que se produzca un recorte, esa expectativa ha caído del 90% al 65% en cuestión de horas, lo que cambia de forma notable el sesgo de liquidez y de apetito por el riesgo.
En este contexto, el mercado estadounidense mantiene una tendencia claramente alcista, pero en el corto plazo los indicadores empiezan a girarse a la baja, lo que podría derivar en una fase de consolidación o de corrección ligera. Si tuviera que entrar ahora mismo en el mercado, lo más prudente sería esperar un poco, dejar que se produzca cierta corrección adicional o, al menos, que transcurra algo de tiempo para que el mercado se calme y se estabilice. A partir de ahí, de cara al final del año, sí podríamos volver a plantear entradas, ya que históricamente los últimos meses suelen ser favorables.
Por tanto, en el corto plazo, quien ya esté dentro del mercado debería mantener sus posiciones con los stops donde los tenga colocados. Quien aún no haya entrado, debería esperar algo más para ver si se presentan mejores precios de entrada. En el caso del S&P 500, mientras no se pierdan los 6.500 puntos y se mantenga dentro de ese rango, la estructura sigue siendo alcista. Si después el índice se gira al alza con un sesgo positivo, se podría plantear una nueva entrada.
En cuanto a Europa, y especialmente en el caso del IBEX 35 vemos que el índice ha rebotado desde los mínimos del viernes pasado, que actuaban como soporte. El siguiente nivel relevante se sitúa en la directriz de mínimos crecientes que parte del pasado 2 de septiembre, en torno a los 15.650 puntos. Si se perdiera ese nivel, el siguiente soporte estaría en los 15.295 puntos. A partir de ahí, habría que observar si el mercado consigue estabilizarse.
En cualquier caso, la tendencia general sigue siendo alcista, por lo que abrir posiciones cortas a medio o largo plazo no parece la estrategia más adecuada. Solo tendría sentido plantear operativas bajistas en intradía, aprovechando los retrocesos puntuales. Pero si el enfoque es de más largo recorrido, el riesgo aumenta, ya que la tendencia de fondo sigue siendo positiva y, además, estamos en un periodo estacionalmente favorable.
Antes de esa fase correctiva de corto plazo de la que hablas, ¿qué valores, desde el punto de vista técnico, podrían haberse convertido en una oportunidad de compra?
En este entorno, conviene centrarse en los valores más fuertes, aquellos que muestran mejor comportamiento y pueden resistir mejor las correcciones de corto plazo. Entre ellos destaca ACS, que se encuentra cerca de sus máximos históricos y mantiene un soporte importante en la zona de los 69,50 euros. Mientras el valor se mantenga por encima de ese nivel, las correcciones que pueda experimentar podrían ser oportunidades de entrada para seguir apostando por la tendencia positiva.
Por diversificar por sectores, dentro del ámbito bancario seguimos fijándonos en Banco Santander, que ha tenido un comportamiento destacado. En parte, esto se debe a que los inversores esperaban que la Reserva Federal bajara los tipos de interés, mientras que el Banco Central Europeo los mantendría, lo que generaba una expectativa de mayor liquidez sin afectar la rentabilidad de las entidades. Ahora, con la posibilidad de que Estados Unidos no baje los tipos o lo haga en menor medida, el atractivo por liquidez disminuye, pero el sector bancario puede seguir haciéndolo bien gracias a la rentabilidad que aún ofrece. Mientras el Santander no pierda los 8,10 euros, o incluso manteniéndose sobre los 7,89, las posibles correcciones podrían verse como oportunidades de entrada para seguir dentro de la tendencia positiva.
Otro valor a destacar es Indra, del sector defensa y consultoría, un ámbito que está cobrando mucho protagonismo últimamente. El valor mantiene una tendencia claramente alcista, y el nivel clave se sitúa en los 46,90 euros. Mientras se mantenga por encima de ese soporte, las correcciones que pueda experimentar, incluso en sesiones intradía, podrían ser oportunidades de compra para el medio plazo. En definitiva, lo más importante ahora es esperar a que se complete esta fase correctiva de corto plazo y, a partir de ahí, volver a entrar en los valores más fuertes cuando muestren señales de giro o formación de suelos.
A pesar de esas correcciones, lo cierto es que nos queda, según los registros históricos, la mejor parte del año para la bolsa. ¿Crees que veremos un rally de Navidad, que teóricamente debería haber empezado ya?
Lo más probable es que sí. Estadísticamente, el último trimestre del año suele ser el mejor para los mercados. Suele producirse una entrada significativa de capital derivada de los fondos de inversión y los planes de pensiones, lo que da soporte a las bolsas y contribuye a impulsar las cotizaciones. Por tanto, el comportamiento del mercado en este tramo final del ejercicio suele ser muy positivo.
Sin embargo, ahora mismo estamos inmersos en una fase correctiva, como comentábamos. Habrá que observar el comportamiento del S&P 500: si el índice consigue un giro al alza y el MACD confirma ese movimiento sin que se pierdan los soportes actuales, podríamos confiar en la llegada del rally de Navidad. En definitiva, lo más probable es que el mercado retome la senda alcista en las próximas semanas, siempre y cuando no haya nuevos factores que alteren la estabilidad actual.
¿Y cómo podemos amplificar nuestras inversiones en este contexto?
Una manera de hacerlo es mediante la plataforma de opciones barrera, que permite operar con un riesgo totalmente controlado. Por ejemplo, en el caso del S&P 500, si se piensa que puede haber una corrección adicional, se pueden realizar operativas intradía en corto, colocando un stop o una barrera por encima de las resistencias previas. De esta manera, el riesgo queda completamente limitado. Si en algún momento se produjera una noticia inesperada procedente de la Reserva Federal o de cualquier otro factor que provocase un giro del mercado, la posición estaría protegida. Incluso ante posibles huecos alcistas, el inversor tendría su riesgo perfectamente gestionado.
Posteriormente, si el mercado corrige algo más y se forma un suelo claro, se podrían abrir posiciones largas mediante la compra de opciones barrera, colocando la barrera o el stop justo por debajo del nuevo soporte que se haya generado. Si el mercado se recupera y disfrutamos de un rally de Navidad, el inversor podría beneficiarse del movimiento al alza y del efecto del apalancamiento, logrando rendimientos superiores, pero siempre con el riesgo controlado. Esta sería, sin duda, una buena forma de amplificar nuestras inversiones en el entorno actual.

