Licenciado en Derecho con plaza de Abogado del Estado, Presidente de la Bolsa de Madrid, fundador de la sociedad de valores de Barclays Bank e Ibersecurities, miembro de la CNMV, miembro del Consejo de Administración de la CECA (Confederación Cajas de ahorro),  Presidente de Endesa e Ibercaja y en Diputado del Congreso en la circunscripción de Madrid….son solo algunos de los cargos que ha ocupado este turolense en los últimos años.  Manuel Pizarro ocupa actualmente el cargo de Patrono de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. 

Partimos esta historia en los años 1980 cuando España vive una eclosión política y económica . Entonces la bolsa “iba regular”. A finales de esa década negociaba 75.000 millones de pesetas, una imagen  “de lo pequeño que era el mercado. Es entonces cuando se inicia una apertura de la mano de gente importante como Manuel de la Concha (ex síndico de la Bolsa de Madrid), Mariano Rubio (Banco de España ) o Miguel Boyer que hicieron una apertura tremenda para crear un mercado profundo como el que tenemos hoy en día”. 

Una revolución de la que participó Pizarro, entonces Abogado del Estado, y posterior agente de cambio y bolsa. Una “Oposición de excelencia”. 
Entonces tenía claro que España tenía que seguir otro camino, “no ser el furgón de Europa. Hay un camino al que estábamos condenados donde 12 millones de cotizados  no podían mantener las pensiones de 10 millones, como tenemos ahora. Sabíamos que se podía generar empleo porque España no es un país de servidores de turismo sino tecnológico, de desarrollo….” Y si queríamos estar  sentados en la mesa de los importantes en un mundo global, España tenía que globalizarse. Y eso suponía la bolsa. “Yo me encontré en 1991 con una bolsa que perdía dinero y era la séptima de Europa. La dejé ganando dinero y solo por detrás de Londres, Alemania y Francia. Pasamos de una contratación de 7000 millones de pesetas a diario a 6.000 millones de euros. Aquello fue una locura que mereció la pena porque se puso toda España a trabajar”. 

Y llegó la entrada en el Euro. España cumplió todos los requisitos de Maastricht - inflación, déficit público, deuda sobre PIB- , y cuando se negocia el tratado de Niza, España sale con una posición de veto equivalente a la de los cuatro grandes. Algo que te dan cuando “eres un país que hace sus deberes”. 

Y para ello la bolsa fue clave. Porque al final el sistema financiero es captar ahorro y llevarlo a la inversión. Eso se puede hacer de distintas formas: en un gobierno socialista a través del Estado, a través de los bancos o a través de los sistemas financieros, donde es el inversor el que decide dónde quiere meter su dinero. Porque tanto el ahorrador como el inversor es alguien que cree en el futuro.  Sabiendo que no hay mercado sin regulación. No hay mercado sin igualdad de trato de todos los que aparecen en el mismo. 

Pizarro se reconoce “ un ferviente partidario del Estado del Bienestar pero la primera condición es la sostenibilidad”.  Queremos tener buena Educación, sanidad y pensiones pero ¿esto quién lo paga? Los cotizantes, asegura Pizarro.  España consiguió estar en primera fila del euro porque cumplía todos los requisitos. “Cuando empiezas a tener la deuda disparada, la inflación disparada (que es baja competitividad) y tienes una divisa única tienes que hacer las cosas tan bien como el país con el que te comparas”. Es necesario que hagas una devaluación interna, tienes que devaluar los costes en la parte que te hace ineficiente en la economía. Y eso se llaman despidos. “No hay nada más antisocial que la gente no tenga trabajo, es privarles de su futuro. Un país que se va endeudando y cuyo único tomador de papel es el BCE, corre un riesgo. Y es que el  día que el BCE deje de comprar la deuda al precio al que la compra (que es cero) el país tendrá un desajuste de cuenta pública tremenda”. 

Europa se tendrá que plantear cuál es su papel en el mundo. 
 

"Con la tecnología que estamos aplicando y las exacciones parafiscales sale lo que sale. Se puede subvencionar la luz pero ¿y esto quién lo paga?"

Pizarro además aporta su visión sobre el sistema energético. La situación deja evidencia  de que el problema energético sigue latente: Este mes de agosto  y septiembre hemos tocado máximos históricos en el precio de la electricidad.  Un problema que tiene “difícil solución”. La mitad del recibo es una exacción parafiscal, que es un tributo parafiscal (no aparece ni como ingreso ni como gastos en el presupuesto). Y en ese tributo “metes todo lo que se te ocurre: los parones nucleares, indemnizaciones a las nuevas tecnologías, la deuda de renovables… y vas echando a la mochila cada vez más peso hasta que no puedes con ella. Y, por otra parte, por la intención de España de ser adalid en todo el tema renovable te vas hacia lo más caro y compites con países como Finlandia, que hoy está poniendo nucleares. Con la tecnología que estamos aplicando y las exacciones parafiscales sale lo que sale. Se puede subvencionar la luz pero ¿y esto quién lo paga?”. 

Es conocido por el gran público por su debate electoral de  2008 con Pedro Solbes, en el que advirtió de la grave crisis que se avecinaba. ¿Habría sido posible evitarla? "Siempre hay tiempo si se toman las medidas adecuadas".

Tras el proceso de privatización de Endesa se convirtió en presidente de la compañía (tras ocupar el cargo de Consejero y Vicepresidente)  en 2002. Llega 2005, un año agitado en el sector energético con OPAS, fusiones… Gas Natural lanzó una OPA por Endesa que desató una guerra guerra empresarial y política. Endesa rechazó la Oferta por considerarla Hostil (precio más bajo que el valor real de la compañía) , entró Iberdrola en juego… “Endesa pasó de valer 800 millones a valer 3000  millones a PER 15x que, en una OPA, son 45 euros. No es que dijera yo que Endesa valiera 45 es que lo dijo el mercado”. Pizarro cree que la electricidad puede ser pública o privada  pero es difícil de entender que en el consejo de administración de una empresa están los reguladores y en otra no. O todos son privados o todos públicos.  

Un proceso en el que pasó de todo y en el que Pizarro aprendió que “cuando estás en tu sitio sabiendo que tienes la razón y  lo que tu piensas, explicas y haces va en la misma dirección es difícil sacarte del sitio”. 

"Alemania,  Italia y otros muchos países  mantienen sus cajas mientras aquí nos quedamos sin ellas. “Entonces aparece algo que se vio cuando Thatcher nacionalizó las cajas y a lo que estamos asistiendo hoy: la exclusión financiera"

En cuanto a la situación del sector bancario,  especialmente de las Cajas de Ahorro, Pizarro reconoce que cuando llegó la crisis de 2008 en el Banco de España  había un expertise inveterado en arreglar crisis: cuando un banco va mal se interviene (no se expropia), se sanea, se exigen responsabilidades si procede y se pone en el mercado. Pero como entonces “no había crisis, no se podía hablar de crisis sino de desaceleración acelerada,  no podía intervenir el Fondo de Garantía de Depósitos y se crea el FROB y a la banca se le dice que “si una caja buena se junta con una caja mala, le damos dinero público para arreglarlo. Eso es como  pensar que si  una cesta de manzanas está podrida y  se mete una sana se van a sanar todas. NO, las podridas siguen podridas y la sana se pudre”.

Aquello fue un problema que se tenía que abordar caja a caja y donde habría un número importante de cajas mal pero el expertise que había se tenía que haber seguido.  Alemania,  Italia y otros muchos países  mantienen sus cajas mientras aquí nos quedamos sin ellas. “Entonces aparece algo que se vio cuando (Margaret) Thatcher nacionalizó las cajas y a lo que estamos asistiendo hoy: la exclusión financiera. En esa lucha por bancos, al cliente menos rentable se le empiezan a poner trabas para que se vaya del banco porque no es rentable. Y en territorios con densidades de 2 habitantes por km2 para poder cobrar la pensión se van a 50 km. Eso alguien tendrá que ver qué ha pasado. 

En cuanto al sistema bancario, Pizarro cree que en situaciones excepcionales  - como lo que ocurrió en 2008 - se tiene que intervenir pero lo que se usó fue el “helicóptero Bernanke” - echar dinero para solucionar problemas - y eso tiene que ser esencialmente breve. Cuando ha pasado el Covid se ha usado el mismo experimento pero eso habrá que retirarlo cuando acabe la pandemia porque los mercados lo dirigen los precios. Cuando los bienes no tienen precio los mercados se vuelven locos, no se sabe quién es eficiente y quién no. Es lo contrario al mercado. 

Como ex presidente de Ibercaja y actual patrono de la fundación bancaria de la entidad  sigue confiando plenamente en la caja. “Hoy en día obligarte a salir a bolsa cuando  el mercado te está  valorando al 30% del valor en libros, si vas  bien estás regalando una parte de tu futuro beneficio cuando suban los tipos. Eso es para hacérselo mirar”.  Para los que no salen a bolsa tienen que tener recursos de capital equivalente a lo que exige la ley pero no se puede tener en dos sitios porque es un problema de libertad de competencia. Hay que salir cuando a uno le interesa no cuando a otros les interese o con una mochila que el resto de competidores no tiene. 

Entrevista realizada por  Manuel López  Torrents, Director general de Estrategias de inversión y Silvia Morcillo, Directora de Estrategias de inversión.