-Esta semana los inversores estarán pendientes de los datos de la balanza comercial, de la decisión de la Fed sobre las tasas y, además, se conocerá el Pib que, según las estimaciones, podría pasar del 4,3% al 5,7%. Además, es semana de presentación de resultados empresariales.

-Los indicadores deberían seguir siendo positivos, especialmente los del PIB, cuyas estimaciones ya había anunciado el FMI, el gobierno norteamericano, así como analistas financieros. Hemos tenido un rebote y vamos a tener otro rebote mayor de lo esperado, por encima del 5%, después de haber decrecido menos el año pasado. Sin embargo, el grueso del rebote va a ser en la primera mitad del año. Goldman Sachs calculaba que podría llegar al 9,8% pero ya, estando a finales de abril, lo que queda de este rebote es crecimiento marginal. Además, es un mercado que siempre suele adelantarse 12 meses a lo que sucede, la pregunta será si en la segunda mitad de año ese crecimiento será mantenido. Si hablamos de 12 meses, ¿qué sucederá el próximo año?

Según el FMI, EEUU crecerá 3,5% en 2022, por encima de la media de 2,5% posterior a la crisis del 2008, más parecido al crecimiento después de la segunda guerra mundial hasta la crisis hipotecaria. La pregunta siguiente sería cuánto crecerá en 2023.

Si volvemos a crecer 2,5%, los mercados tendrían que modularse en función de eso y de la presión inflacionaria, que se empieza a sentir en ciertos bienes, particularmente, los de supermercados podrían generar ciertas expectativas inflacionarias que aún no se han diluido en el mercado pero podrían cambiar la perspectiva de la FED, que sigue viendo el indicador de inflación global por debajo de las metas establecidas. Nadie espera que las tasas vayan a subir ni este año ni siquiera el próximo.

-En cuanto a los resultados empresariales, este lunes conocimos que los de Tesla se dispararon un 74%, ¿por qué?

-La venta de automóviles eléctricos ha sido superior al esperado, independientemente del ruido generado en China. Además, ha influido su posición en bitcoin que llamó tanto la atención por sus 1500 millones de dólares (el 10% de la caja de Tesla). La compañía, cuando anunció la venta del 10% de esa posición, se apuntó ganancias de 100 millones de dólares, lo cual contribuye a estos resultados. Sin embargo, veremos que pasa el próximo trimestre porque bitcoin bajó desde su pico de 65000 dólares a niveles de 50000, se recupera marginalmente, pero esa pérdida de la posición que tiene Tesla en bitcoin se va a reflejar en los próximos trimestres.

Las grandes tecnológicas están teniendo una buena performance. En función del Nasdaq y de la rotación a los cíclicos, que no termina de consolidarse y debería alimentar a los mercados. El problema de las tecnológicas, es que el conocido 'stay at home play' quedarán en segundo plano, con las nuevas reaperturas y los anuncios que hará esta semana Biden sobre las modificaciones a las cuarentenas o a las restricciones: se espera que se anuncie la no obligatoriedad de usar mascarilla y la reapertura del turismo europeo a los EEUU en verano. Esto podría jugar en contra de las compañías tecnológicas en los trimestres ulteriores.

-En cuanto a reaperturas, Europa ya se plantea abrir fronteras a los estadounidenses vacunados. Veremos si la economía global mejora con esto. En Nueva York, Wall Street cerró con máximos este lunes, con un récord del S&P 500 que alcanzó los 4194 puntos y el viernes pasado terminó bien debido a datos positivos, como el PMI manufacturero de abril, que subió y también el PMI servicios, con cifras que no se veían en meses. ¿Estos datos impulsarán el crecimiento de la economía estadounidense?

-Siguen en línea con este rebote y recuperación económica que va de la mano, como mencionó el FMI, de los apoyos fiscales y la vacunación. Parte de las nuevas estimaciones de crecimiento norteamericano se deben al plan de rescate de la Administración Biden de 1,9 billones de dólares, anunciados y aprobados en menos de 100 días. 

La siguiente apuesta de la Administración es el plan de reconstrucción norteamericano que espera que sea aprobado en septiembre. Un plan mucho mayor y de más largo plazo que debería seguir manteniendo a la economía en un proceso de crecimiento, ya no solo de recuperación. 

Ya ha dicho la Administración que ese plan se va a financiar no con deuda sino con impuestos. El mercado se puso muy nervioso cuando se anunció la idea de aumentar los impuestos corporativos del 24 al 28% y los impuestos de la ganancia de capital del 20 al 40% prácticamente. No obstante, el mercado esta semana empieza a dilucidar que estos impuestos a la ganancia de capital son para gente que tenga patrimonio por encima de 1 millón, lo cual excluye a casi tres cuartas partes de los inversionistas y de ahí que el mercado recupere su tendencia creciente, aunque sigue siendo tímida.

El problema del mercado, después de haber tenido un rally tan importante con las cuarentenas, es que es tímido,  no termina de subir porque las valoraciones siguen siendo muy ricas.

-Esos impuestos a los más ricos financiarán el plan de infraestructura de Biden. Además, parece que el presidente ha decidido apostar por las energías limpias. ¿Crees que esa apuesta por las energías limpias y la reducción del 50% para 2030 de gases de efecto invernadero traerá nuevos puestos de trabajo? O, por el contrario, ¿afectará a los empleos del sector petrolero?

-El sector energético, en particular el petróleo, ya venía afectado desde antes. El Peak Oil, las reservas de petróleo globales, estaba disminuyendo históricamente pero se revirtió por el petróleo esquisto, el fracking. Ese sector no es precisamente el favorito de la Adminstración Biden. El plan de reconstrucción norteamericana involucra una inversión sustancial en infraestructura con una nueva perspectiva. Habla de una infraestructura humana, donde hay una discusión entre republicanos y demócratas: si las personas son consideradas como infraestructura o no. Pienso que se va a dilucidar a favor de la Administración Biden y la infraestructura en energía alternativa, lo que se conoce como la transformación energética global en virtud de los acuerdos de París. 

Esta inversión en energía verde no solo va a generar nuevos empleos -el plan contempla la creación de 18 millones de empleo en 10 años- sino que también, en un largo plazo, podría generar una reactivación en la inversión sustancial en EEUU y conseguir un impacto global en la medida que marca una renovación en la matriz de metales y minerales. Hoy el cobre es el rey de los metales, ya que las torres eólicas de 5 megawatios que se pretenden construir son del tamaño de la estatua de la libertad y las nuevas torres de 12 megawatios son del tamaño de la torre Eiffel. La demanda de metales y minerales va a crecer y favorecerá a las energías emergentes y podría generar, si se aplica, un boom en términos de empleo y crecimiento similar al 'new deal' de Franklin Delano Roosevelt de los años 30.

-Estamos hablando de grandes proyectos a largo plazo, pero a corto plazo ¿cómo está en estos momentos la situación para los ciudadanos? ¿Ya están viendo la recuperación?

-En la medida que la pandemia es global, estamos en medio de una tercera o cuarta ola, donde el nuevo epicentro se mueve a la India, donde la situación es dramática por la población (la segunda más grande después de China). 

Hasta que la vacunación y los rescates fiscales no sean globales, la recuperación de la economía y de la movilidad no se va a producir totalmente. La ciudad de Nueva York recibirá 38 millones de turistas. Hay un plan de la alcaldía de la ciudad para incentivar el turismo en la ciudad pero nadie espera que vuelva a ser el que era, por lo que esta recuperación no va a ser franca ni abierta. De ahí, que cada ola epidemiológica venga con una resaca económica y financiera que afecta a las clases medias, según el FMI. 

En EEUU, seguimos teniendo, a pesar de la caída del desempleo, un número de desempleados importantes al que hay que sumar el desempleo estructural y el ratio de participación. con lo cual, el nivel de desempleo es relativamente importante. De ahí que el plan de rescate sea vital. Solo en los beneficios fiscales para familias con hijos de hasta 17 años, calculan los economistas de la Casa Blanca, reducirán la pobreza infantil en EEUU prácticamente a la mitad. En la ciudad de Nueva York, el distrito escolar más grande del país, el 44% de los estudiantes depende para su alimentación de ir al colegio. Por eso el cierre de los colegios fue tan dramático y los Food Banks han sido vitales. 

Esta compensación en el plan de rescate, permite que los ciudadanos de clase media puedan pasar la tormenta. Esto permitirá que EEUU crezca por rebote este año casi un 6% y 3,5% el próximo año, así como mantener tasas de crecimiento del 3% en los años siguientes. Volveremos a crecer 2% después, que no es suficiente para resarcir los efectos de la crisis generados por la pandemia.

-¿No cree que Estados Unidos pueda salir sola de la pandemia si no se sale a nivel global?

-Completamente. La carrera por la vacuna no es suficiente (el 80% de los israelíes, el 70% de los estadounidenses, el 47% de los chileno..), si no es global y permite que el mundo recupere la dinámica no sirve de nada. Según Bill Gates, no se dará una recuperación franca de la economía global hasta finales de 2022.