China batió un nuevo récord de turismo durante la festividad del Día del Trabajo en mayo, después de que las autoridades aceleraran la vacunación contra el virus Covid-19. Esto apunta a una mejora drástica de las perspectivas del gasto de los consumidores.

Incluso aunque las comparaciones interanuales crean una imagen halagüeña del crecimiento -dada la profundidad del cierre de 2020-, las empresas de acciones clase A siguen previendo un crecimiento del 38% en los beneficios por acción de media para 202, con las empresas de alta calidad incluso mejor situadas.

Aunque las autoridades han endurecido las condiciones crediticias, el Banco Popular de China se ha comprometido a mantener unos tipos de interés acomodaticios. Esto debería aliviar la preocupación de que la inflación provoque un endurecimiento de la política monetaria después de que el aumento de la actividad industrial impulsara los precios de las materias primas.

Aparte de las tensiones geopolíticas -difíciles de cuantificar a nivel empresarial-, el principal riesgo que deberán observar los inversores será el exceso de reglamentación. Con la pandemia de Covid-19 bajo control en China, los responsables políticos se centran en fomentar un crecimiento económico más sostenible. Esto incluye la regulación de las industrias que han crecido rápidamente sin una supervisión adecuada.

Lo más destacado es que las autoridades han tomado medidas para frenar las prácticas monopolísticas en los negocios de plataforma en ámbitos como la tecnología financiera. Estas empresas tratan de vender servicios basados en la tecnología a la red de usuarios de sus plataformas. Por supuesto, las medidas reguladoras suelen generar volatilidad en los precios de las acciones y crean oportunidades para comprar empresas de calidad a valoraciones más bajas. Este año podría ser productivo para la selección activa de valores.

Hay muchas razones para que los inversores sean positivos sobre las perspectivas del mercado de acciones A de China. Nuestro Research Institute prevé que la economía china crecerá en torno al 9,5% en 2021. La recuperación del país tras la pandemia debería estimular los aumentos salariales, lo que apoyaría el continuo crecimiento estructural del consumo interno. Las empresas de los sectores de consumo básico, consumo discrecional y salud podrían verse beneficiadas.

Los productos de consumo básico lideraron el rendimiento de las acciones en 2020 y fueron los primeros en enfrentarse a las ventas cuando el mercado corrigió después del Año Nuevo Chino, ya que los inversores abandonaron los activos orientados al crecimiento por el temor al endurecimiento monetario. Aunque las empresas han recuperado el terreno perdido, varios valores de calidad de los sectores de consumo y salud siguen estando entre un 10 y un 20% más baratos que antes del Año Nuevo Chino, con unos fundamentales que no han cambiado en gran medida.

En general, las exportaciones chinas están aumentando y los datos económicos -incluidos los del Día del Trabajo- son alentadores. Las perspectivas de beneficios de las empresas no solo parecen saludables, sino que sus beneficios son de mayor calidad que los de sus pares en otros mercados.

Por ejemplo, las recompras de acciones se han convertido en algo habitual entre los valores del S&P500, normalmente financiadas por crédito barato. En cambio, China se esfuerza por desapalancarse y reducir el riesgo financiero. Al mismo tiempo, en comparación con el S&P500, las acciones chinas clase A son casi un 50% más baratas en relación con el precio en libros y casi un 30% más baratas en relación con el precio en beneficios 3 . De cara al futuro, los motores estructurales del consumo chino permanecen intactos; la generación de millennials seguirá comprando bienes y servicios de alta calidad.

Hay oportunidades en una variedad de nombres y sectores, desde los productores de condimentos y los fabricantes de piezas de automóviles hasta las nuevas empresas de energía y los proveedores de baterías. Los inversores podrían centrarse en los líderes del sector con fuertes cuotas de mercado y ventajas competitivas defendibles. Pueden absorber el aumento de los costes de entrada, lo que será clave en un entorno de aumento de los precios de las materias primas.

En general, estas empresas de calidad se recuperan más rápidamente de las perturbaciones externas y están mejor situadas para ofrecer un crecimiento sostenible de los beneficios. Sus equipos directivos también tienden a ser más prudentes y receptivos al compromiso en cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG).

La selección de empresas con sólidas credenciales ESG mejora las posibilidades de los inversores de evitar fracasos y escándalos empresariales con pérdidas. También es una forma de generar alfa potencial invirtiendo en un cambio positivo en las empresas. En última instancia, las políticas progresistas en materia de ESG pueden contribuir a impulsar los rendimientos y el precio de las acciones de una empresa a largo plazo.

A nivel sectorial, el aumento de la renta disponible y la creciente conciencia sanitaria de los ciudadanos impulsa las perspectivas de los servicios sanitarios. Las autoridades han aumentado las exenciones fiscales para el gasto en investigación y desarrollo con el fin de impulsar la innovación y reducir la dependencia de la tecnología occidental. 

Esto podría ser un factor clave entre el creciente conjunto de empresas farmacéuticas de China. También somos positivo en cuanto a las perspectivas del sector de la gestión de patrimonios en China, que debería beneficiarse de la continua liberalización del mercado de capitales. Recientemente hemos invertido en un proveedor de soluciones informáticas para la gestión de carteras y plataformas de negociación utilizadas por las instituciones financieras. 

Por otra parte, se prevé un crecimiento de las energías renovables en el marco de las políticas gubernamentales de apoyo al cumplimiento de los objetivos medioambientales. Las perspectivas parecen esperanzadoras para los vehículos eléctricos, cuya adopción es baja en las ciudades de segundo y tercer nivel. El gobierno podría introducir incentivos para impulsar las ventas en zonas rurales e invertir en infraestructuras de recarga, lo que apoyaría el crecimiento del sector a largo plazo.