José Luis Cava comienza destacando el coste humano de la guerra, recordando que las vidas perdidas son consecuencia de “la estupidez de los políticos que nos gobiernan”. Critica a las clases dominantes por su violencia absurda y recuerda que los ciudadanos, pasivos y sin capacidad de acción, solo pueden acompañar en el sentimiento a las víctimas.

Analiza lo sucedido ayer, que no le parece lógico: mientras Irán bombardeaba bases estadounidenses en Qatar, el petróleo y el oro caían, las bolsas subían y el VIX aumentaba. Esta reacción del mercado le parece ilógica, lo que le lleva a concluir que todo estaba “orquestado”. Añade que, tras el cierre del mercado, Donald Trump anunció un alto el fuego y un acuerdo de paz entre Irán e Israel que se confirmaría en 24 horas.

Cava señala que los 12 días de guerra han dejado lecciones claras. Reafirma la estupidez política, y que las guerras seguirán existiendo mientras no sean los propios líderes los que se enfrenten entre sí. Además, denuncia el papel de los medios de comunicación, que actuaron como instrumentos del miedo. “Nos han estado diciendo que el precio del petróleo se iba a 120 o a 150 dólares, que se iban a interrumpir los suministros y las vías marítimas que pasan por el estrecho de Ormuz, que íbamos a entrar en la Tercera Guerra Mundial… cuando se lo estaban inventando. Los gráficos decían otra cosa. El precio del petróleo era incapaz de superar la resistencia de la zona 78”.

Para el experto, el miedo inducido por los medios provocó que muchos inversores vendieran, a pesar de que el S&P 500 y Bitcoin se movían lateralmente. Señala como ejemplo que, justo cuando Irán bombardeó una base estadounidense, Bitcoin subió de 100.000 a 105.000, lo que demuestra la manipulación evidente de la narrativa.

Se reafirma en su optimismo: “Lo mismos que dijimos el 7 de abril y el 9 de abril con el S&P 500, que la reacción era exagerada, que se estaban confundiendo, que era mentira los argumentos. Por ese motivo, yo la lección que extraigo de todo esto es: fijémonos en los gráficos y quitemos las palabras”.

Ahora, con la superación del nivel de los 6.050 puntos en el S&P 500, si este no se perfora en el retroceso, cree probable que la bolsa continúe subiendo durante 2026. A ello se suma la rebaja de tensiones geopolíticas, que él llama “dividendo de la paz”. Explica que China, con su silencio cómplice, ha obtenido el control del Asia-Pacífico, por lo que no habrá muchos problemas con Taiwán, mientras que Rusia obtiene cesiones en Ucrania.

Por lo tanto, concluye que “los riesgos van a bajar, las primas de riesgo van a disminuir y, por lo tanto, las bolsas deberían subir”.