Hay dos razones para las caídas en las bolsas occidentales en general y el IBEX 35 en particular. Por un lado, las dudas que han generado unos datos macro que siguen mostrando cierta resistencia de las principales economías a caer, y el hecho de que los bancos centrales siguen percibiendo argumentos para mantener sus políticas monetarias duras.

El segundo motivo es que en un mercado con revalorizaciones de doble dígito en lo que va de año, y además en una situación en la que está coexistiendo con una curva de tipos que ha repuntado prácticamente 100 puntos básicos en los cortos y que no proyecta recortes en menos de un año, lo lógico es que los mercados cedan.

Además, lo que ha ocurrido con el Ibex 35 es que lo que ha ocurrido prácticamente en todos los índices europeos. 

Tiene sentido efectivamente que ante esta situación de duda y en la que los bancos centrales puedan seguir sus políticas monetarias duras, los índices que están cerca de máximos, incluido el Ibex 35, retrocedan.