José Luis Cava, en primer lugar, detalla que “para una familia de cuatro personas se considera que viven bajo el umbral de la pobreza cuando obtienen unos ingresos inferiores a los 32.000 dólares” y “para un solo individuo, cuando obtiene ingresos inferiores a los 15.000”. Aun así, “el 11% de la población de los Estados Unidos, 36 millones de personas, viven en la pobreza”. El experto se pregunta: “Si el umbral se subiera de los 32.000 a los 50.000, ¿qué porcentaje de la población estaría viviendo en niveles de pobreza? Ese porcentaje se dispararía”.

Apunta que los mayores niveles de pobreza se concentran en Nueva York, Florida, Texas y “especialmente en California”. Entre los factores que empujan a la población hacia la pobreza menciona “el alto nivel de vida y el elevado precio de la vivienda”. Incluso “familias que obtienen 70.000 dólares o más, como tienen que pagar hipoteca, ven mermada su capacidad adquisitiva”. Además, “cada vez es mayor el porcentaje de consumidores que consideran unas perspectivas muy sombrías en materia laboral”.

El analista contrasta este panorama con el auge bursátil. “Mientras hay esta pobreza, la bolsa hace máximos, el sector de la tecnología hace máximos… y la economía de Estados Unidos está creciendo al 1,6 o 2% y las empresas están ganando dinero”. Esto le lleva a pensar que “la economía real se está resquebrajando”.

Recuerda que Trump debe “hacer algo” de cara a las elecciones de medio mandato y que Bessent, secretario del Tesoro, “ha dicho claramente que van a ayudar al sector real de la economía”, mientras “Trump ha anunciado que van a invertir 20 billones de dólares”. En su opinión, esas medidas “favorecerán a Main Street y perjudicarán a Wall Street”.

Sobre la liquidez global, afirma que “el Banco Central de China sigue inyectando” y que “la liquidez sigue incrementándose”. Sin embargo, advierte que, aunque “la Fed ya no va a reducir su balance”, las declaraciones de Williams, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, deben analizarse con cuidado: “Va a ampliar su balance, sí, pero no va a comprar masivamente deuda pública”. Calcula que solo “ajustará el nivel de reservas bancarias al crecimiento económico”, unos “200.000 millones al año, poco dinero”.

Cava subraya que el verdadero foco está en el Tesoro estadounidense: “Bessent es quien lleva la política monetaria”. Si empieza “a emitir deuda pública a largo plazo”, eso “dañará la liquidez” y “podría provocar un techo de mercado a comienzos de 2026”. Concluye recomendando refugiarse en “empresas del sector real, las que se vean beneficiadas por las inyecciones de liquidez y los préstamos del gobierno”.