A punto de concluir 2020, ¿Cuáles son vuestras previsiones macroeconómicas para 2021? ¿Las últimas noticias sobre las vacunas contra el coronavirus han cambiado vuestras perspectivas?

Sí. Las perspectivas que teníamos en general cuando empezó la pandemia y ahora han cambiado sustancialmente y ha sido debido a la rapidez con la que se ha desarrollado todo este proceso de la vacuna. Con lo que sí, las previsiones han cambiado. Estimamos que este año el PIB mundial cerrará en torno al -3% desde el -6% que estimábamos en verano, Estados Unidos cerrará entre el -3,45 y -4% y Europa alrededor del -7%. La única económica que habrá recuperado y en forma de V será China que cerrará el año con un crecimiento positivo del 2%. En 2021 sí esperamos que los crecimientos incluso compensen las caídas de PIB que ha habido este año. La economía mundial podría crecer un 5-6% liderada por China que crecerá más del 7%, EEUU crecerá un 4-5% y Europa encabezada por Alemania crecerá un 5%. 

Este ejercicio ha sido un año convulso para los mercados: coronavirus, elecciones en EEUU, Brexit… ¿Creéis que 2021 será un año volátil?
Creemos que sí. Y vendrá determinado en gran medida por el calendario de vacunación, cuándo lleguen las vacunas, qué porcentaje de la población se vacune y quizás de la tercera o cuarta ola. Y en segundo lugar, otro factor que marcará la volatilidad el bono, el Bund alemán ha perdido la connotación de activo refugio que ha tenido históricamente. Si uno repasa históricamente las caídas bursátiles hasta este año, pro cada caída alrededor del 10%, tener una cartera de bonos protegía la caída en un 30%. Eso ya no ha sido así este año. Hemos visto cómo ante los recortes muy acusados en marzo hay bonos que no se comportaron mejor y en adelante podemos esperar que la renta fija dejará de compensar las caídas de la cartera y, en el mejor de los casos, que pase a estar plana. Los inversores tendrán que aprender a gestionar el riesgo de otra manera y utilizando otros instrumentos. 

A rasgos generales, ¿en qué tipo de activos veis valor pensando en el próximo año?
Vemos valor en renta variable, nos gusta el carry dentro de la renta fija para aprovechar los pocos márgenes que nos da de cupón la renta fija corporativa y eso alimentado con tipos bajos durante un tiempo largo que los Bancos Centrales seguirán apoyando a las economías. Ahí aprovecharíamos el jugo que le queda a la renta fija. Nos gustan los activos alternativos y dentro de éstos, nos gusta el oro pues creemos que puede subir hasta 2.200 dólares y los recortes que ha habido desde la vuelta de verano se pueden aprovechar para tomar posicione en oro físico o tomar posiciones en compañías de bolsa asociadas al sector del oro. Los costes de mano de obra y los costes energéticos han hecho que le precio de producción de oro esté alrededor de 900 dólares por onza  que es menos de la mitad de su cotización y eso se reflejará muy positivamente en la cuentas de resultados de estas compañías. 

Los dos riesgos principales que vemos en este escenario son: uno que vuelvan las tensiones entre China y EEUU. Ambos países son algo más del 50% del crecimiento del PIB mundial, con lo que no es nada desdeñable. Y dos que la inflación se recupere de forma más agresiva y antes de lo que está previendo el mercado. 

¿Hay margen para que la renta variable siga subiendo en 2021? ¿Cuáles son los mayores riesgos que tiene por delante?

Sí, porque a diferencia de los máximos que vimos en la crisis de las puntocom en esta ocasión si vienen marcados por un cambio de tendencia en el ciclo de  beneficios y resultados empresariales. En aquella época estábamos encarando un ciclo en que los beneficios de las compañías empezaban a bajar y en este caso la diferencia vendrá de ahí, desde agosto entramos en un ciclo en que tanto ventas como resultados de compañías reflejarán resultados positivos. 

 
¿Volveremos a ver a las compañías tecnológicas como los grandes ganadores o una vuelta a la “antigua normalidad” puede beneficiar a otros sectores?

Nosotros  distinguiríamos antigua normalidad de nueva era. Estamos en una nueva era en la que nos hemos entrado en 2020.  Las megatendencias seguirán estando ahí. Este año nos hemos dado más cuenta de ellas, como lo relacionado con ISR, tecnologías de la información, biotecnología, cambio climático, pero esas tendencias llevan un tiempo y, si nos remitimos a los tres últimos años, mientras el MSCI mundial ha subido un 30% el MSCI Tecnologías de la información ha subido un 85%. Ahora bien, también pensamos que en adelante y derivado de esa mejora en la confianza del consumidor y las ventas, las compañías más cíclicas se verán beneficiadas. Sobre todo, de cara a 2021  y potencialmente en 2022. Podríamos volver a un ciclo donde las megatendencias se van complementadas por el estilo valor. 

Pendientes de lo que pueda anunciar el BCE en la reunión de diciembre, ¿Qué esperáis de los bancos centrales en el próximo ejercicio? ¿Cómo pueden afectar sus políticas a la renta fija?

Nosotros esperamos que sigan apoyando a la economía pero se están quedando sin munición. Esperamos que el relevo lo tomen las políticas fiscales y presupuestarias. Eso se dejará nota, seguirá siendo positiva la influencia de los bancos centrales en cuanto a compras y tipos de interés para la renta fija pero sí creemos que a diferencia de ciclos anteriores, los bancos centrales podrían quedarse algo detrás de la curva. Esperar a que llegue la inflación e incluso que rebase sus límites. Aquí lo importante será ver hasta qué punto dejan que eso se rebase antes de empezar a actuar.