¿En qué punto de la transición energética nos encontramos en España respecto a los objetivos de 2030?

España ahora mismo a corto plazo tiene un punto de control, que es el grado de cumplimiento que tenemos con los objetivos del 20-20, y veremos si con la subastas de 2017 y 2016 y todos los proyectos que se lleven a cabo estamos en el punto de cumplir o no. Por otro lado, tenemos el objetivo que marca el Plan Nacional de Energía y Clima integrado de aumentar este 20% a un 42%, que también supone un 75% de renovables en el mix de electricidad. Ahí vemos que nos encontramos en un punto intermedio en la transición energética, pero más importante que ver donde nos encontramos es ver qué pasos se van a dar a corto plazo para que se vayan cumpliendo esta integración de renovables. Primero para asegurar el cumplimiento del 20-20 y si realmente a través del gobierno se toman los mecanismos a corto plazo (subastas en este año y principios del año que viene) para que se dé el recorrido que tiene que llevarse en estos años; porque un retraso en la integración de renovables podría generar demasiado presión en el desarrollo de las mismas.

¿Cuál es la principal barrera para que se desarrollen proyectos de renovables en España? 

Existen distintas barreras al desarrollo. Actualmente, por un lado, tenemos la problemática que está de actualidad que es la saturación en la capacidad de acceso en la red, donde proyectos que puedan tener viabilidad desde un punto de vista técnico y económico ahora mismo pueden tener vetada la entrada en detrimento de otros proyectos que sí tienen permisos de acceso pero que no se van a llevar a cabo. Por otro lado, tenemos una problemática en cuanto a los plazos de tramitación en que la Administración puede encontrarse saturada para llevar a cabo el ritmo de crecimiento que requiere el plan. Pero estos dos puntos los vemos subsanables desde una regulación adecuada o disponiendo de los medios necesarios.

La barrera principal que vemos es que realmente haya un incentivo de cara al promotor a llevar a cabo las inversiones. Si realmente el promotor de nuevas renovables no tiene claro un mercado, una señal de precio a largo plazo, puede resultar desincentivador de cara a la inversión. Para esto nosotros consideramos imprescindible que se establezcan mecanismos de subastas como se marca en el plan. Y acompañar esto con un mercado spot que también optimice la venta de energía a través de las unidades de producción al menor coste posibles y seguramente mecanismos de capacidad que permitan una potencia firme y aseguren una seguridad de suministros.

¿Despiertan los proyectos atractivos para la financiación? ¿Es fácil/difícil conseguir financiación?

A nivel global, ahora mismo el plan presenta un esfuerzo inversor tremendo, porque plantea unas inversiones en diez años de 236.000 millones de euros donde el 80% de este valor proviene de capital privado. Si nos centramos en las renovables, nos quitamos del escenario del "business as usual", realmente la inversión sería en torno a 75.000 millones de euros. Entonces claramente esto posee un atractivo considerable de cara a las entidades financieras. En cuanto a la facilidad o dificultad de conseguir financiación, al final dependerá de los proyectos que tengamos: si la calidad de los proyectos es la adecuada, con un recurso adecuado y que permita una alta producción y unos CAPEX de inversión limitados, serán proyectos que no tengan problemas en conseguir la financiación. Sí que es verdad que el principal escollo viene de que tengan una señal de precio adecuada y que tengan una senda de ingresos fijada. Para esto lo principal es que haya mecanismos como vía subastas, que fijen ese precio a largo plazo, o bien contactos bilaterales a largo plazo como PPAs, que estamos viendo que durante este último año están proliferando. Seguramente sean esos mecanismos los que faciliten la financiación de este tipo de proyectos.

¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta la industria y cuál es su perspectiva para conseguirlo (generación, gestión, almacenamiento...)?

Salvando este tema de la financiación, que seguramente vía un mecanismo u otro tenga solución, creemos que los objetivos del plan son un gran reto pero son alcanzables. Eso es lo que cree Naturgy y espera ser un agente relevante en dicha transformación energética. Consideramos que el principal reto es que toda esta transición se lleve de forma adecuada, con un cierre orden de las plantas de carbón, un cierre ordenado de la plantas nucleares... y que vaya acompasado de un crecimiento y una integración de las renovables que no genere demasiadas distorsiones, para evitar problemas que hemos sufrido en el pasado de parones o embotellamientos de proyectos. Para esto será totalmente relevante una regulación adecuada y que se establezcan mecanismos flexibles que hagan que las renovables y el mix que se genere tenga en cuenta todo el desarrollo tecnológico de la tecnología fotovoltaica, eólica e incluso de almacenamiento, de cara a que no se trasladen extracostes ni a consumidor ni a generador.