Al final los malos presagios se cumplieron y el Gobierno de Estados Unidos ha cerrado literalmente.

El ‘shutdown’ (cierre del gobierno) se ha producido porque Republicanos y demócratas no han llegado a un acuerdo sobre el presupuesto del país. En este caso, los republicanos han amenazado con este cierre porque querían que el Congreso echara por tierra la reforma sanitaria del presidente Obama, ley que es conocida como el Obamacare.

Las consecuencias inmediatas son las siguientes: El Gobierno de Estado Unidos va a perder 10.000 millones de dólares a la semana y si no se alcanza un acuerdo el 17 de octubre, llegarán a la suspensión de pagos.

A pesar de todo, los últimos datos sobre la economía americana muestran que EE.UU. parece ir en la buena dirección: aceleración en la fabricación (alcanzando los niveles de abril 2011), precios de los inmuebles al alza (+20% con respecto al nivel más bajo de marzo 2012), riqueza de los hogares (a través de los inmuebles y acciones) en niveles altos, a través del efecto riqueza, el consumo debería mantenerse en niveles correctos, el ISM en 56.2 puntos (ayer) frente al 55.7 el mes pasado => rebote franco de la industria.

Una vez materializado el shutdown, a la economía americana le quedan dos temas capitales: el Tapering y el techo de gasto de deuda.

En lo que al Tapering (reducir de manera gradual las inyecciones de liquidez a la economía americana) se refiere, analizando el comunicado del FOMC “await more evidence that progress will be sustained before adjusting the pace of its purchases”; los términos “more evidence”, “sustained” y más lejos « improved substantially » sugieren que la FED podría no empezar el « tapering » antes de diciembre de 2013.

En lo que concierne a su amplitud, escuchamos cada vez más hablar de una reducción bastante moderada del programa de recompra de bonos (85.000M EUR/mes actualmente). Es cierto que las cifras de empleo no son todavía suficientemente sólidas para soportar una ralentización muy fuerte de las inyecciones de liquidez.

Y ya para terminar, respecto al techo de gasto de deuda, es muy probable que al igual que la última vez, la decisión se tomará en el último momento con un acuerdo en el último minuto. Al igual que la pasada vez, los conservadores piden recortes en los gastos antes de votar dicho aumento. Los gastos de los que hablan los conservadores parecen ser los de Salud (los fondos del ObamaCare). La negociación deberá llevarles a alcanzar un compromiso