En los nueve primeros meses del año, los ingresos de Gestamp han superado los 5.000 millones y el beneficio neto ha sido de 101 millones. ¿Cuáles son las claves para obtener estos resultados en un año todavía complicado?

En Gestamp hemos tenido unos resultados muy sólidos en tiempos que son todavía complicados. Hemos salido con una cifra de negocio de 5.879 millones, que es un crecimiento de un 16% reportado, un 20% a tipo de cambio constante. Es cierto que esa comparativa es con respecto a los nueve meses del 2020 muy impactados en la primera mitad por el Covid.

Otra forma en la que nos gusta comparar nuestros resultados y nuestra cifra de negocio es comparándolo con la producción de vehículos a nivel mundial, que en los primeros nueve meses ha crecido en un 9,5%, con lo cual, cuando coges nuestra cifra a tipo de cambio constante, el 20%, hemos prácticamente duplicado ese crecimiento y en todas las áreas geográficas en las que operamos.

Las claves son que los fabricantes están invirtiendo en esas nuevas megatendencias que es la conectividad, el vehículo autónomo, la movilidad compartida y, sobre todo, el tema del vehículo eléctrico y para liberar esos recursos lo que hacen es que cuando encuentran un proveedor de confianza como Gestamp, externalizan esas piezas y es lo que nos da ese mayor crecimiento, la diversificación de clientes y geográfico.

En cuanto a los resultados, otro punto importante es la rentabilidad. Hemos estado en un margen de EBITDA en los primeros nueve meses de un 11,9%. El 2020 en el mismo periodo estaba muy impactado por el Covid y estaba en 9,1%, pero para contextualizar ese margen del 11,9% lo mejor es compararlo con los niveles precovid y los primeros nueve meses del 2019, donde obtuvimos unas ventas de 700 millones de euros mayores que las que hemos tenido ahora en el 2021, pero tuvimos un margen de un 11,5%. Ahora mismo, en estos nueve meses del 2021, a pesar de tener 700 millones menos de ventas, hemos estado un 0,4% de margen superior en ese 11,9%.

Por último, la otra parte en la que nos estamos enfocando mucho es en la reducción de la deuda y la generación de caja. Ahí hemos reducido casi 600 millones de euros con respecto a septiembre del 2019, es decir, en dos años hemos reducido la deuda neta en 600 millones, hemos bajado el ratio de apalancamiento Deuda Neta/EBITDA de 2,8 a 2,2, lo que lleva también a reducir los gastos financieros en 13 millones de euros con respecto a los nueve meses del 2019 y lo que nos permite también obtener ese beneficio neto de 101 millones en los primeros nueve meses del año.

De cara al cierre de 2021, ¿qué resultados esperan obtener?

Seguimos en un entorno complejo, pero a finales de octubre cuando presentamos resultados reafirmamos la guía que teníamos para el año.

A nivel de cifra de negocios habíamos dicho que íbamos a crecer por encima del mercado en dígito medio y a los nueve meses vamos por 10 puntos porcentuales. Margen de EBITDA íbamos a acabar por encima del 12%, en nueve meses vamos por un 11,9%. A nivel de inversiones o CAPEX, está por debajo del un 6,5% de las ventas, que a los nueve meses estamos en un 5,7% y, por último, en la deuda neta o generación de flujo de caja dijimos que íbamos a generar cerca de 100 millones de caja y ahora mismo a nueve meses vamos por 55 millones.

Vamos bastante bien encaminados para cumplir los objetivos y siempre enfocados en la parte de la rentabilidad y la generación de caja para reducir deuda.

¿Cómo está afectando a Gestamp la crisis de los semiconductores y el desabastecimiento?

La situación de los semiconductores está teniendo un impacto bastante relevante en el sector, pero es importante destacar que en Gestamp no utilizamos los semiconductores para fabricar nuestras piezas, pero es un efecto dominó, si los fabricantes no tienen microchips para producir vehículos, no nos piden al resto de los proveedores de la cadena de suministros las piezas, con lo cual tiene un impacto relevante.

Para dar algunas cifras, en el 2019 cerramos a nivel global con una producción de 89 millones de vehículos, en el 2020 tuvimos una caída de alrededor de un 15% a 75 millones de vehículos y la última estimación de IHS, que es la consultora que utilizamos en el sector para los volúmenes de producción de automoción a nivel global estima que vamos a estar en esos mismos 75 millones de vehículos en el 2021, es decir, que no hay crecimiento con respecto al año pasado que estuvo muy impactado por el Covid en la primera mitad del año.

Otro dato interesante es que cuando empezamos enero del 2021, la expectativa era que se iban a producir a nivel global 85 millones de vehículos, con lo cual, en estos primeros nueve meses esa perspectiva a cambiado y hemos perdido casi 10 millones de vehículos, con lo cual, es un impacto muy relevante para el año.

Lo importante también es que no es un problema de demanda, de oferta, la gente quiere comprar coches, de hecho estamos viendo gente que está con tipos de espera de casi seis meses para que le entreguen el coche nuevo, con lo cual, una vez que se solucionen esos problemas de los microchips, esos volúmenes van a volver y esa demanda está ahí. IHS lo que espera es que haya un crecimiento del 10% en el 2022 y otro 10% en 2023, llegando una cifra de casi 92 millones de vehículos en ese año, niveles ya superiores a los que teníamos en 2019.

¿Cómo cree que va a repercutir esto en la cotización?

La incertidumbre siempre es mala y siempre repercute en el precio de la acción, lo hemos visto en nuestro propio precio, llegamos a estar ligeramente por debajo de los dos euros, en 1,99 a mediados del año 2020, pero hemos sufrido en línea con el resto de los proveedores. La buena noticia es que hoy estamos tocando los 4 euros que hacía tiempo que no llegábamos, hemos subido más o menos un 10% desde que publicamos resultados a finales de octubre y para nosotros lo importante es seguir haciendo las cosas bien, las que nosotros podamos controlar, seguir dando buenos resultados y, sobre todo, cumplir con las guías que hemos comunicado al mercado para tener ese track record que vamos cumpliendo. Esto es lo que está en nuestras manos y confío en que, haciendo las cosas bien, el precio de la acción se irá recuperando y ojalá en algún momento vuelva a tocar los 7,40 euros que tuvimos a mediados del 2018.

Nos cubren 20 analistas que ahora mismo nos dan un potencial o recorrido de más de un 20%, con lo cual, es cuestión de tiempo, de seguir haciendo las cosas bien y estar en el largo plazo, ya el precio irá acompañando.

A causa de la crisis derivada de la Covid-19, Gestamp canceló su dividendo. A la vista de los buenos resultados que mantienen este 2021, ¿esperan recuperarlo para el próximo ejercicio?

Sí. Gestamp va a mantener la política de dividendos que es distribuir un 30% del beneficio neto del año anterior, es decir, que en el 2022 repartiremos un 30% del beneficio neto que obtengamos en el 2021.

Es una política de retribución al accionista muy sensata, un 30% de pay-out y luego un 70% que se queda en la compañía para seguir con proyectos de crecimiento.

Teniendo en cuenta la estrategia de crecimiento de la compañía, ¿podremos ver nuevas operaciones de adquisición en el medio-largo plazo o seguirán apostando por crecer de forma orgánica?

Estamos muy enfocados en la parte orgánica. Ahí tenemos mucha oportunidad de crecimiento. Hemos estado haciendo muchas inversiones en los últimos años, de hecho, desde la salida a bolsa hemos abierto 17 plantas nuevas y a día de hoy tenemos más de 100 fabricas en 24 países, con lo cual, tenemos una diversificación geográfica muy buena y vamos a seguir invirtiendo a esos niveles de 7-7,5 sobre ventas que nos va a permitir seguir creciendo por encima del mercado.

Si bien es cierto que cuando se generan estas crisis, al igual que vimos en el 2008-2009, hay proveedores más locales, más expuestos a unos fabricantes que han estado sufriendo más, tanto por el Covid, y ahora por la crisis de los semiconductores, y seguro que hay ocasiones de consolidación. Nosotros, después de la crisis del 2008-2009 hicimos las mayores adquisiciones del grupo, en 2010 adquirimos el grupo alemán Edscha, que esa era la parte de mecanismos, y en el 2011, la división de Metal Forming de ThyssenKrupp más enfocada en la parte de chasis.

Seguro que oportunidades hay, pero nuestra prioridad ahora mismo es el crecimiento orgánico e iremos valorando las diferentes alternativas que se van planteando.