Muchos aún piensan que la recuperación de la economía una vez termine el confinamiento va a ser en V, otros piensan que será en U, y yo sinceramente, no tengo ni idea de cómo va a ser la recuperación, ni de cuándo. Lo que parece evidente es que no va a ser en V, por mucho que queramos creer en ello. Los miles de puestos de trabajo que se están destruyendo, junto con la enorme cantidad de empresas que están cerrando sus puertas no los vamos a recuperar fácilmente.
El impacto en el mercado de petróleo, ante la grave caída de la demanda está provocando que ya no haya sitio para almacenar el exceso de capacidad. Los operadores huyen de los contratos de futuros que les entregarían barriles de petróleo en el mes de mayo y este es otro más de los efectos colaterales que nos está dejando la crisis sanitaria y económica del coronavirus.
Podríamos pensar que la Reserva Federal y otros bancos centrales (ya veremos si el BCE) podrían comprar lo que sea necesario para evitar un colapso de los mercados. Esa posibilidad está ahí, pero es evidente que las empresas van a ver claramente impactadas sus cuentas.
Hoy ha informado de resultados la compañía con más peso del DAX y ya se ha visto impactada por la crisis. SAP ha presentado un resultado por debajo de las previsiones, con un beneficio por acción de 0,85 euros cuando se esperaban 0,93 euros. De hecho, sus acciones, que tienen un peso superior al 11% en el índice, han llegado a su media de largo plazo, que ha actuado como resistencia, y desde esos niveles de 114,24 euros está corrigiendo con mucha fuerza.
La semana pasada indicábamos, que el índice seguía estando dentro de un proceso de rebote. Pues bien, ya parece que cada vez le cuesta más continuar con el mismo y podría estar generando un doble techo en la zona de los 10.800 puntos, que se confirmaría con la pérdida de los 10.172,6. Hoy podría perder la primera directriz.