Hace pocos días la FED y el BCE reforzaron el sesgo  bajista en los tipos de interés. Y los mercados no han tardado en reaccionar. Si nos fijamos en la divisa comunitaria y cómo se comporta el dólar. ¿Hay oportunidades en el mercado de divisas?

Nosotros pensamos que este mercado, si se trata como clase de activos, puede tener oportunidades. En unos momentos en que la volatilidad es históricamente baja puede haber oportunidades porque hay divisas que mantienen infraponderaciones con ratios como la Paridad del Poder Adquisitivo y en caso de que la volatilidad vuelva, se podrían encontrar oportunidades. Respecto al euro – dólar es un par infravalorado, tiene en torno a un 5% de posibilidad de subir y le cuesta moverse principalmente por los temores que hay en la Zona Euro, principalmente políticos. Tal y como se desarrollan los acontecimientos, en los que la FED podría optar por una política más dovish, pensamos que el euro conseguirá recuperar esos niveles a los que no es capaz de llegar.

¿Cuánta sobrevaloración soporta el dólar?

En general, el índice del dólar que se calcula con el peso de cada región en el comercio con EEUU, todo el dólar está sobrevalorado entre un 4-5%. Pensamos que el dólar debería corregir esta sobrevaloración aunque es cierto que, el incremento de la tensión geopolítica le está favoreciendo. Esto está permitiendo que no se produzca una vuelta a los fundamentales del billete  verde.

En  renta fija, en el mercado de deuda pública europeo. ¿Hay miedo a una recogida de beneficios?

Tenemos una situación interesante. Lo que ha ocurrido en este mercado complica mucho la situación de los gestores de renta fija. Al final tendrán la necesidad de encontrar otras oportunidades más que en los propios bonos en retornos relativos, primas de riesgo donde se  generan otras oportunidades claras. Respecto a qué puede pasar, todavía es pronto para aventurarse a dar una opinión pero según nos acercamos a niveles más bajos de rentabilidad, la rentabilidad – riesgo de invertir en bonos gubernamentales cada vez es más baja. Asumimos un riesgo muy alto para la rentabilidad que podemos obtener.

Donde se centra la atención es en Italia, donde  vuelven las tensiones. ¿Ofrece esta situación atractivo?

Todo lo que se ha comentado hasta ahora ha utilizado la palabra política o geopolítica más de lo normal. Desde luego, en el entorno actual pensamos que los eventos geopolíticos son cada vez más altos y probablemente está será la nueva tónica de los próximos meses y años. Además con el agravante de que los países envueltos en temas geopolíticos son cada vez más grandes o con más importancia económica. Aventurarse a predecir política es imposible, lo único que podemos hacer es cubrirnos. En el caso italiano en concreto, es complicado que se solucione rápido y esto generará inestabilidad en el mercado. Está en todas las partes llegar a acuerdos razonables que permitan que Italia goce de una mayor estabilidad.

¿No hay ningún activo que, a tenor de lo que ocurre, le parezca interesante?

Es posible que determinados activos protejan, como lo han hecho históricamente, ante eventos geopolíticos. Como decía anteriormente, el dólar está funcionando como cobertura de la geopolítica y esto quizás derive en que, pensando en esa sobrevaloración, podría provocar un descenso del dólar según los eventos macro se vayan desarrollando. Hilándolo con esto, el oro ha sido siempre una buena cobertura de eventos geopolíticos y podría ser un activo interesante dentro de una cartera diversificada. El petróleo también ha sido un activo que históricamente lo ha hecho bien y ahora mismo el mercado está extremadamente preocupado con lo que puede ocurrir con la demanda cuando hay temas técnicos y regulatorios que podrían incrementar la demanda y, algunos problemas en oferta de destilados, que podrían influir en el precio del petróleo. Pensamos que quizás podemos encontrar niveles interesantes en el sector de la energía.

¿Cuál es la mejor estrategia para enfocar la cartera?

La situación no es fácil y es difícilmente predecible y es importante, en todo tipo de contexto, estar muy en armonía con la cartera que estemos  creando, lo que supone vigilar que estemos asumiendo el riesgo que estemos dispuestos a asumir, controlando los riesgos y, en este tipo de entornos que un Tweet pueden provocar avances o descensos en el mercado, hay que tener en cuenta dónde están los riesgos para poder paliarlos, si no estamos cómodos con ello /introduciendo oro o reduciendo exposición a renta variable), o compensarlos. No creemos que sea momento de incluir renta variable pero tampoco pensamos que hay que estar fuera y, a nivel estratégico, todo lo que ocurre en la macro coincide con una fase final del ciclo y, en este entorno, todavía puede haber rentabilidad en renta variable global a largo plazo. Ahora mismo existen motivos para seguir manteniendo la renta variable pues, aunque esta fase sea final de ciclo, no tiene por qué acabar con una recesión.