Siempre sido una premisa en temas financieros que las personas con mejor información y conocimiento financiero son capaces de tomar mejores decisiones sobre la construcción presente y futuro de su patrimonio.
Recientes investigaciones sin embargo han presentado matices respecto de cuál es el alcance real de la educación y cultura financiera de las personas en las decisiones concretas que toman para mejorar su situación financiera. Algunos estudios, aplicados en distintas zonas del mundo, apuntan a que, por sí misma, la educación financiera y el conocimiento detallado de estos temas no necesariamente se vincula con tomar mejores decisiones financieras. Se ha establecido que existen factores conductuales relacionados con hábitos específicos las personas - en muchas ocasiones al margen de su conocimiento financiero - que son determinantes para el establecimiento de prácticas concretas que les permitan tomar decisiones y que éstas sostenidas en el tiempo y operen para su beneficio.
Pero partiendo de la premisa de que si se cuenta con una visión específica de planeación financiera personal y familiar, la pregunta subsiste. Qué tanto se beneficia el ahorro y la inversión de que contemos con conocimientos financieros específicos?.
En un estudio publicado en le National Bureau of Economic Research en este pasado mes de mayo, titulado Conocimiento Financiero y desempeño de las inversiones en planes para retiro (planes 401k) en Estados Unidos, los investigadpres Clark, Lusardi y Mitchel, abordan la relación que existe entre el nivel de conocimientos financieros y el desempeño de las inversiones realizadas por las personas.
Los investigadores apuntan que de manera inicial existe un evidente sesgo al investigar las acciones de personas que si toman acciones de planeación para su retiro, ya que se trata de personas tienen una orientación conductual a ser proactivos en los temas relacionados con la construcción de su patrimonio futuro; los resultados de conocer su hábitos tendrán por lo tanto un sesgo de partida.
Pese a ello, analizando la conducta concreta de estas personas, y evaluando su nivel de conocimiento y educación sobre temas financieros, es posible encontrar datos relevantes para conocer el impacto de esa educación en el resultado final de la planeación.
Un primer tema relevante que la investigación apunta, es que las personas con mejor conocimiento financiero tienden a preocuparse por buscar activamente las opciones inversión que implican un menor cobro de comisiones asociadas a la administración de los recursos. Este aspecto reviste suma importancia, porque investigaciones previas realizadas compiladas por esta nueva investigación, señalan que una gran proporción de los errores cometidos en la planeación del retiro se derivan manera inicial de la utilización de vehículos con comisiones muy elevadas, que merman la acumulación y retorno futuro de los recursos ahorrados.
También se destaca el estudio que tratándose de personas con un bajo nivel de conocimiento e información financiera, estos son más susceptibles a ser influenciados por mecanismos de encubrimiento del nivel real de las comisiones; los cuales son muy frecuentes en sistemas financieros donde se ocultan detrás de esquemas complejos de comisión o de pronósticos de rendimiento exageradamente favorables.
Éste solo hecho permite que las personas con mejor conocimiento financiero, cuando además tienen una actividad más puntual de planeación financiera y de ahorro, tienen una gran ventaja de partida cuando diseñan y mantienen un esquema de planeación para su retiro.
Otro elemento que incide de manera relevante en la diferencia de nivel de retorno que tienen los planes para el retiro de personas con conocimiento financiero, respecto de aquellas que no lo tienen, lo representa la identificación de oportunidades asociadas a inversiones de mayor plazo con riesgo mayor. Una mejor educación financiera, cuando incorpora elementos que permitan entender y reconocer los alcances y beneficios del riesgo financiero, permite a las personas invertir en vehículos (por ejemplo mercado de capitales), que en plazos largos representan retornos significativamente mayores a las inversiones.
Por supuesto el tema central sigue siendo como iniciamos es tener mejores hábitos. Pero si logramos romper esa primera fundamental y decisiva barrera, tener mejores conocimientos y educación financiera nos ayudará a tomar del margen decisiones que permitan una mejor y más rápida acumulación de nuestro patrimonio.
El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM y Director General de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo.
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