El confinamiento y la paralización de la sociedad para proteger la salud y la seguridad de todos ha tenido un efecto colateral en la economía y ha afectado profundamente a la industria de los viajes.

Como es lógico, en este contexto la prioridad de eDreams ODIGEO ha sido proteger la seguridad y el bienestar tanto de nuestros clientes como de nuestros empleados y sus familias. En medio de esta vorágine de acontecimientos y de cambios, para mí lo más destacable y lo que más me ha enorgullecido ha sido el elevadísimo nivel y la calidad que ha demostrado nuestro equipo humano, completamente colaborativo y comprometido con la causa común de salir delante ante esta situación.

 

En paralelo, hemos tomado algunas decisiones relevantes financieramente hablando para proteger al negocio. eDreams ODIGEO es una empresa fuerte y bien posicionada que ha logrado reducir su deuda paulatinamente. Cuando llegó la crisis, disponíamos de 144 millones de euros en efectivo que nos permitieron soportar los pronósticos más pesimistas, sin obligarnos a tomar ciertas medidas drásticas que algunos de nuestros competidores tuvieron que afrontar. Nuestra base de costes fijos es muy reducida, siendo variable un 80% de nuestro gasto,  lo que nos facilita una gran flexibilidad en momentos de ralentización de la demanda como éstos. Además, hemos tomado una serie de medidas prudentes a nivel financiero, como la retirada de efectivo de nuestra línea de crédito SSRCF así como una notable reducción de costes. 

Además, nos ha avalado nuestro liderazgo en el mercado europeo de los vuelos, impulsado por nuestra ambición constante y capacidad tecnológica para innovar y mejorar nuestra oferta, adaptándola a este contexto complejo. Antes de la pandemia, las reservas en diciembre de 2019 habían crecido un 11% interanual, y seguían haciéndolo en enero y febrero de 2020. Finalmente, hemos cerrado el año fiscal 2020 con una disminución interanual de las reservas del 4%, un dato muy respetable teniendo en cuenta el impacto que ha provocado la COVID-19 en marzo de este año.

Con todo, hemos presentado unos resultados sólidos a cierre de año fiscal, que acusan de forma muy comedida el impacto de la crisis. El EBIDTA ajustado se ha reducido ligeramente hasta los 115,1 millones de euros y el beneficio neto ajustado se ha situado en los 34,7 millones, revelando una tasa de crecimiento compuesto anual del 21% desde que se iniciamos el cambio de nuestro modelo de negocio en 2015.

En los últimos cinco años, hemos evolucionado de forma imparable, hasta convertirnos en un proveedor integral de viajes que ha pasado página de un modelo de negocio eminentemente transaccional para centrarnos en impulsar la relación con nuestros clientes. Lo respalda eDreams Prime, nuestro programa de suscripción pionero en el sector, lanzado hace solo dos años. Ya son más de 556.000 los usuarios que se apoyan en la suscripción para reservar sus alternativas de viaje al mejor precio, frente a los 165.000 que empleaban el servicio el año pasado. Estamos hablando de un crecimiento del 200%. También nos hemos apoyado en el canal móvil como la gran revolución del sector de los viajes, y esto nos ha reportado que el 44% de nuestras reservas de vuelo ya se realicen en estos dispositivos- un 5% más que en 2019.

Estamos convencidos de que el coronavirus no logrará paralizarnos de nuevo, y trabajamos cada día para lograrlo. Para el año fiscal actual, no hemos establecido previsiones, debido a la incertidumbre que todavía causa la COVID-19. Sin embargo, hemos implementado pruebas de resistencia, asumiendo una reducción significativa de las reservas hasta finales de 2021, y no se plantean pagos de deuda hasta 2023. Somos fuertes y actuamos con cautela.

Pertenecemos a un sector robusto que cuenta con numerosos impulsores de crecimiento subyacentes. Soy optimista y creo que, como todo en la vida, la forma en la que se resuelven los problemas depende en gran medida de cómo se afronten, de la actitud y la forma en la que vemos las cosas. Por todo ello, para mí es importante destacar que, incluso con la reducción de las restricciones de viaje todavía latentes, estamos observando un marcado aumento en las búsquedas y reservas de viaje para fechas próximas.

Sin duda, la forma en que viajamos cambiará en el medio plazo. La seguridad será un factor primordial, los destinos nacionales serán más demandados a corto plazo, nos apoyaremos más en la autogestión en los aeropuertos y otros espacios, etc. Sin embargo, creo que el conjunto de soluciones que hemos implementado en respuesta a la COVID-19 han sido apropiadas y nos permitirán recuperarnos o incluso salir reforzados de la crisis que está por venir. Ya en su momento, superamos con creces la crisis financiera de 2008, gracias a nuestro trabajo constante y a que el deseo y el sueño de viajar de las personas se mantuvo intacto. 

Esta vez no será diferente: estoy convencido de que la gente continuará queriendo descubrir el mundo. Y nosotros lo haremos posible. Con el tiempo, regresaremos o incluso mejoraremos los resultados que veníamos registrando a finales de 2019 y principios de 2020.