-¿Cómo interpretarán los mercados un posible repunte de la inflación estadounidense?

-La clave, más que el repunte de la inflación, es cuanto tiempo va a creerse el mercado lo que nos cuentan los bancos centrales, la transitoriedad de la inflación, que no tendrán que hacer nada ni reducir el programa de compras, ni subirán tipos de interés hasta 2023. 

Evidentemente cuanto más alto y fuera de la previsión es el dato de la inflación, más se cuestiona la postura de los bancos centrales. Con un dato de 4,2% o inferior, evidentemente, la sensación sería de auténtica relajación. El inversor diría: ya hemos visto lo peor, y la Fed y el BCE tienen razón, no van a tocar tipos, tenemos todo el apoyo de la política monetaria y fiscal. 

Por el contrario, un dato por encima de lo previsto induce a pensar que los bancos centrales no están tomando bien el pulso al problema de la inflación que se está desatando y tal vez no sea transitoria como dicen. Y cuando se den cuenta de su error, van a tener que reaccionar con más brusquedad, retirando estímulo, a una velocidad no prevista y en un momento previo al anunciado.

La inflación, al tener este efecto base (comparativa de este mes con respecto al mes equivalente del año anterior) con datos de inflación muy bajos, hace probable que el dato de inflación sea bastante elevado.

-Aunque la Eurozona sufrió una contracción del PIB del 0,3% en el primer trimestre, el dato es mejor de lo previsto. ¿Qué lectura y previsiones se pueden hacer de la economía europea con este dato?

-Hay que ser muy positivo para la segunda parte de este año. La mejor muestra es lo que ha pasado primero en China y en EEUU. Con tanto estímulo se producen tasas de crecimiento muy elevadas. En Europa, el segundo semestre de 2021, va a rozar datos de crecimiento muy fuertes. Aunque el mercado ha descontado eso y mucho más, cotiza en máximos pese a que seguimos con tasas anuales de -1 de crecimiento.

Hay una desconexión entre la realidad económica y la realidad de los mercados financieros, que ya han participado de descontar que va a haber crecimiento económico, que la pandemia está pasando ya. Llevamos haciendo ese juego desde finales del 2020. 

3:22 -¿El sector bancario español seguirá siendo el principal puntal del Ibex 35 en el largo plazo?

-De momento son los que tiran del comportamiento positivo del índice. A finales del año pasado fueron las eléctricas y todo lo relacionado con las renovales. En parte, el protagonismo de los bancos se debe a los procesos de fusión, recortes de costes... habían provisionado mucho ante posibles pérdidas por la pandemia. 

Además, el mercado empieza a trabajar con la hipótesis de que los grandes beneficiados del proceso inflacionista son los bancos porque habrá subida de la pendiente de la curva en los bonos, y ese mayor steepening o pendiente de la curva genera un mayor margen de intermediación que, en consecuencia, significa mayores ganancias para los bancos y justificación de mayores múltiplos.

La dicotomía es que, por un lado, a nivel del sector bancario, los inversores están encantados en descontar esa inflación más alta y el efecto de los tipos pero, por otro, en el mercado general vemos que la percepción es que no van a tener que tocar los tipos de interés, lo cual es un poco absurdo.

Se tiene que dar o un escenario positivo para la banca y no tanto para el resto del mercado o viceversa. El hecho de que la inflación cayese ahora, tal y como pronostican los bancos centrales, va a llevarlos a no mover las tasas de interés. Y con estos niveles de tipos de interés, los bancos no son grandes beneficiados sino grandes perjudicados. Va a ser muy curioso ver como se genera ese cambio de sentimiento a lo largo de los próximos meses.

-En cuanto a materias primas, ¿tardará mucho el oro en llegar a los 2.000 dólares?

-El oro es una función de los tipos de interés reales. Hay una correlación altísima entre los tipos de interés reales y el oro, en una relación inversa. Cuanto más bajo es el tipo de interés real, más sube el oro. El tipo de interés real es el tipo de interés nominal, es decir, si tomamos como referencia el bono a diez años en EEUU, tiene una rentabilidad en torno al 1,5%. En este sentido, hay que restarle la inflación pero si la inflación es de un -3%, los tipos reales serían del -1,5%.

Si la Fed no toca los tipos y los bonos se mantienen donde están y la inflación subiese otro punto porcentual, quiere decir que el tipo de interés real baja otro punto porcentual en negativo, estaría en -2,5%. Todo lo que sea ahondar en los tipos de interés reales negativos, es muy positivo para el oro y es incuestionable la capacidad de que pueda volver a máximos históricos.

Si el dato de inflación no fuera tan alto o el comportamiento de los bancos se centra en el anuncio de la retirada de estímulo, lo que va a provocar sería un movimiento mucho más rápido de rentabilidades o tipos nominales hacia arriba, lo cual no sería positivo para el oro.

-El bitcoin confirma su tendencia bajista, pese a pequeños repuntes puntuales. ¿Hay posibilidad de que se gire al alza?

-Hay detractores que dicen que el bitcoin y las criptos es una burbuja sin sentido y, por otro lado, hay quienes piensan que será la alternativa al sistema financiero y que valdrá cantidades ingentes dentro de unos años.

La realidad es que hay una historia para analizar. Bitcoin nace en 2009, ha tenido múltiples correcciones desde el 30 al 80% (2011, 2013 y 2017). Vemos una pérdida muy importante de lo que había subido pero desde esos mínimos, Bitcoin protagoniza subidas de un 6.000 y pico de 14.000  o 20.000%. Esto hace que bitcoin desde cotas del 1 o 2  haya llegado hasta más de  64.000 dólares.

Mi sensación es que mientras el dinero fiat se siga devaluando, porque se imprime cada vez más dólar, euro y yuanes, vemos una política de incremento del M2 sin pausa. Mientras esto siga así, la probabilidad de que las criptomonedas aumenten su valoración a futuro es muy alta. 

¿Tienen el problema de la regulación? Sí. ¿Tienen el problema de que los gobiernos no quieran que haya un sistema monetario paralelo al que controlan? Sí. Los bancos y gobiernos no quieren competencia y menos, si no está regulada.

Eliminar el mercado de criptos es muy complicado; regularlo, también y será algo perseguido. 

Las correcciones en bitcoin o criptos, sobre todo, en aquellas que han demostrado su viabilidad en el tiempo, por ejemplo Ethereum, hay que aprovecharlas para comprar porque la sensación es que se volverá a repetir lo vivido. Tal vez, baje más, pero si bitcoin cae un 80% desde máximos, quizá lo veremos caer 10.000 o 12.000 dólares. Pero si se repite el patrón posterior, no sería raro que pudiera llegar a 100.000 o 150.000