Para hacer frente al cambio climático y lograr estos ambiciosos compromisos, la transformación del sector energético es esencial. Según la Agencia Internacional de la Energía, en el escenario de que se mantengan las políticas climáticas ya declaradas, las energías renovables cubrirán el 80% del crecimiento de la demanda mundial de electricidad hasta 2030.

En este contexto y basando su estrategia en el convencimiento de que la transición energética es una oportunidad, Naturgy presentó hace unos meses su Plan Estratégico con una visión a cinco años, enmarcado en el fuerte compromiso en materia ESG que la compañía ha venido materializando en los últimos años. Así, esta hoja de ruta incluye un Plan de Sostenibilidad con sólidos objetivos a 2025 en el ámbito medioambiental, social y de gobernanza.

Las líneas estratégicas de este Plan recogen el objetivo de cero emisiones en 2050 y una potencia instalada de fuente renovable cercana al 60%. Asimismo, Naturgy estima alcanzar la paridad de género en 2030 y llegar a 2025 con más del 40% de sus posiciones directivas y de gestión ocupadas por mujeres. Además, la compañía incrementará el peso del cumplimiento ESG en la remuneración de los equipos directivos.

Este compromiso continuo culminó hace ya un par de años cuando Naturgy fue una de las primeras empresas españolas en crear una Comisión de Sostenibilidad en el seno del Consejo de Administración, para dar seguimiento al cumplimiento de objetivos y retos en materia ESG.

El cierre, en el primer semestre de 2020, de todas las centrales de carbón de la compañía implicó una importante reducción de las emisiones de carbono. En 2020, Naturgy emitió a la atmósfera 14,3 millones de tCO2 eq, lo que supone una reducción de un 30% respecto de 2017 y puso en marcha 151 MW de potencia renovable que, sumada a la que ya está en operación, permitió evitar la emisión a la atmósfera de más  de 5 millones de tCO2 eq.

El objetivo del Plan Estratégico de Naturgy es el de impulsar el papel de la compañía en la transición energética y en la descarbonización. Así, establece las principales líneas de actuación industrial y financiera para los próximos años en un contexto energético de profunda transformación y tras un ejercicio marcado por una crisis macroeconómica con gran impacto en el sector.

Entre los principales objetivos a 2025 están los de alcanzar un EBITDA de 4.800 millones de euros, un beneficio neto de 1.600 millones de euros y unas inversiones estimadas para el periodo de 14.000 millones de euros, de los cuales alrededor de un 80% serán elegibles de acuerdo con la taxonomía europea de finanzas sostenibles. 

La compañía dedicará parte de estas inversiones a incrementar la digitalización y electrificación y a impulsar de manera notable la implementación del gas renovable para potenciar su papel clave en la transición energética. El hidrógeno, la movilidad, el almacenamiento y la generación distribuida serán otros de los focos de inversión en los próximos años.

El crecimiento en renovables supondrá una inversión de 8.700 millones, un 60% de la prevista en el periodo. El foco de la estrategia de este crecimiento estará en países atractivos, con regulación estable y divisa fuerte, así como en proyectos en etapas tempranas de desarrollo, y que contribuyan a la transición.

Naturgy quiere triplicar así su capacidad renovable instalada para pasar de los actuales 4,6GW a los 14GW a nivel internacional en 2025. De este objetivo, el mayor crecimiento se daría en Europa, seguido de Australia y de otras geografías como Estados Unidos y Chile.

Con todo, la inversión en renovables a nivel internacional y en España sería de una media anual de 1.730 millones de euros para incrementar el EBITDA de este negocio hasta los 1.000 millones de euros en 2025.

En cuanto a las redes en España y América Latina supondrán una inversión para el periodo superior a los 4.000 millones de euros, un 30% del total. La compañía estima un EBITDA de 2.700 millones para este negocio al final del periodo del nuevo Plan Estratégico.

En redes eléctricas en España, Naturgy apostará por convertirse en un operador de referencia gracias a la optimización, automatización y digitalización de los procesos, mientras que, en las redes de gas, la compañía apunta a potenciar la transición de la red para contribuir a la descarbonización y a un reposicionamiento comercial. En este sentido, la compañía estima la inyección de más de 1TWh de gas renovable en la red de gas en España en 2025. Actualmente, el 95% de las redes de gas de la distribuidora de Naturgy ya están preparadas para el gas renovable y el hidrógeno.

Adicionalmente al Plan, la compañía ha presentado cerca de un centenar de proyectos tractores destinados a la transición energética dentro de los planes para la recuperación económica impulsados por la Unión Europea. Estos proyectos identifican oportunidades de inversión por valor de 13.800 millones de euros y, entre los mismos, destacan la principal planta de hidrógeno de España en La Robla (León), los desarrollos renovables en Meirama (Galicia) y otros proyectos de gas renovable en Cataluña, Castilla y León o Asturias, entre otras regiones.

En relación a la comercialización, la hoja de ruta de Naturgy contempla inversiones superiores a los 700 millones en el periodo con el objetivo de reposicionar los servicios de la compañía, mejorar la analítica y la digitalización de los sistemas e impulsar la competitividad en el mercado para fortalecer la relación con el cliente.

Las líneas estratégicas financieras principales se centrarán en mantener un rating mínimo BBB (según S&P). En cuanto a su política de dividendos, la compañía da más visibilidad, hasta 2025, fijando un nivel base de 1,2 €/acción y año. La compañía establece el año 2023 para revisarlo en función de la evolución en la ejecución del plan.