Última semana de enero en los mercados. ¿Cómo describiría este primer mes de 2023?

Ha sido una entrada de año bastante positiva en los mercados, en activos de riesgos en general. El usual rally de fin de año no se produjo, sin embargo se ha producido ahora por varias razones. También estamos en plena temporada de resultados, que están siendo, de momento, mixtos; todavía no tenemos los más importantes que son los de las empresas tecnológicas. Además, tenemos mejores expectativas sobre la evolución de la inflación en Estados Unidos, y en Europa las cifras han sido un poco más bajas. Por otro lado, los últimos comentarios de miembros de la Reserva Federal hablando de la posibilidad de atenuar el ritmo de las subidas de los tipos de interés, incluso con subidas menos importantes, también han dado esperanzas; en la siguiente reunión de la Reserva Federal, el mercado está apostando ya tan solo por 25 puntos básicos de subidas y el tipo de interés final en torno a un 5 - 5,15%. Todo esto está ayudando al mercado y a los inversores a tener un ánimo un poco más optimista. A todos los factores comentados, se une la apertura de China tras el abandono de la política de Covid Cero, que también está influyendo también de manera positiva. Con todo ello, y tras los últimos dos trimestres del año pasado con unas expectativas muy lúgubres sobre la evolución de la economía a nivel mundial, el momento de apetito de riesgo es positivo y los índices, sobre todo en el caso de los americanos, han roto niveles de resistencia importantes y parece que el mercado bajista ya ha terminado. Resaltar que en Europa la apertura de China ha impactado de manera muy positiva, junto a la bajada del precio de la energía (el gas natural se ha desplomado literalmente), con lo que ha desaparecido el temor a una faltada abastecimiento en Europa.

Tras el repunte que vivió el año pasado, el dólar cae en lo que llevamos de año más de un 2,5%. ¿Qué podemos esperar de la divisa americana para el resto del ejercicio?

Las expectativas son que el cambio de tendencia en el dólar se mantenga. Hemos tenido prácticamente dos años de subidas continuadas en la divisa norteamericana, impulsada por las alzas de tipo de interés, que en Estados Unidos han sido las más agresivas en toda la historia de la Reserva Federal -el año pasado se produjeron cuatro subidas consecutivas de 75 puntos básicos, es decir, se subieron 300 puntos básicos, algo que no se había producido prácticamente nunca-, y eso impulsó al dólar al alza, que ahora está corrigiendo precisamente por la caída de los tipos de interés de mercado. En este sentido, un bono de 10 años en Estados Unidos que llegó a estar al 4,5% ahora está cotizando en torno al 3,5%, y esto empuja a la baja a la divisa norteamericana y las expectativas son que esa tendencia se siga manteniendo y lleven a pares, como por ejemplo el EUR/USD en el que el euro se vea reforzado y lo veamos incluso en niveles de 1,15 para este año.

En el mercado de las materias primas, los últimos meses han supuesto un respiro para el precio del petróleo, pero todos los analistas coinciden en que durante 2023 va a subir. ¿Qué predicciones hacéis desde Capex?

Hay opiniones contrapuestas en el mercado. La apertura de China es una noticia muy relevante, pero no va a suponer un ritmo en la recuperación de su economía excesivamente potente, es decir, tendremos crecimientos todavía por debajo de la media. El incremento de la demanda de petróleo de China se va a producir pero, por otro lado, también tenemos que tener en cuenta que en el resto de países occidentales -Europa y Estados Unidos- las expectativas de crecimiento son bajas, se ha hablado incluso de recesión en algún caso como Alemania con lo que llamamos recesión técnica (contracción del PIB en dos trimestres consecutivos). Y esta desaceleración de la economía en los países occidentales se va a traducir en una menor demanda del crudo que puede servir de contrapeso al incremento de la demanda de China. Lo más probable, después de los episodios que vivimos durante todo el año pasado con la guerra de Ucrania -con el petróleo por encima de 100 dólares y llegando a cotizar incluso en 130 dólares-, es que veamos un mercado algo más tranquilo con posibilidad de un movimiento en rango. En el caso del West Texas moviéndose en torno a los 79-80 dólares y en un rango de 75-85 dólares, que puede ser el nivel de precios durante un período largo de tiempo.

Parece que los precios del oro podrían seguir subiendo, impulsado por las apuestas de giro de la Fed, así como por la mejora del sentimiento en torno a la economía china. Además, los últimos informes apuntan a una fuerte demanda de oro por parte de los bancos centrales. En cuanto al precio, hay casas de análisis como Saxo Bank, que pronostican que el precio del oro alcanzará los 3,000 dólares la onza en 2023. ¿Cuáles son los escenarios que manejáis para la materia prima?

El oro, a día de hoy, es un mercado claramente alcista por varias razones. Una de ellas es por su correlación inversa con la cotización del dólar, un dólar a la baja va a servir de soporte al oro y lo estamos viendo. El oro ha roto niveles técnicos muy importantes y el objetivo próximo va a estar en torno a 1.980 aproximadamente, una cifra que posiblemente veremos dentro de poco. Además, las compras de oro por parte de los bancos centrales para reserva están aumentando debido, entre otras cosas, a la tensión geopolítica que les ha hecho diversificar sus reservas en dólares pasándolo al oro, y esto posiblemente se mantenga durante un tiempo. Por ejemplo, China reportó compras durante los meses de noviembre y diciembre de alrededor de 65 toneladas de oro, y se cree que han habido compras de alrededor de 400 toneladas por parte de bancos centrales. Respecto a un oro en 3.000 dólares, hay que señalar que el mercado del oro siempre es muy impulsivo, muy emocional, y se habla de niveles que están muy lejos todavía, pero posiblemente sí que vamos a ver la onza de oro por encima de los 2.000 dólares en el futuro próximo.