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Después de un comportamiento tan bueno en 2019, los inversores en renta fija probablemente aborden el 2020 con sentimientos encontrados.

Por un lado, los bancos centrales han vuelto a ponerse al timón con políticas expansivas, lo que brinda apoyo al mercado, mientras que la mayor parte de los riesgos macroeconómicos y geopolíticos que aparecían en todos los radares a comienzos de 2019 han remitido considerablemente.

Al mismo tiempo, las rentabilidades de 2019 serán difíciles de replicar este año, dado que el punto del que parten los rendimientos es más bajo y, al mismo tiempo, existe un gran número de situaciones que podrían deparar sorpresas y volatilidad en el mercado.

Los bonos del Tesoro estadounidense siguen siendo una de las mejores clases de activo para protegerse frente al riesgo de volatilidad

fed_noticiaMás allá de la geopolítica, la coyuntura macroeconómica se perfila para ofrecer otra cifra razonable de crecimiento, aunque la mayor parte de las buenas noticias procede todavía del consumo y el mercado laboral, mientras que el sector manufacturero sigue de capa caída y los PMI se han deteriorado levemente. En este entorno, Fidelity espera que los bancos centrales mantengan el sesgo expansivo.

En EE.UU., la Fed consiguió su 'ajuste de mediados de ciclo' y los riesgos de recesión parecen haberse atenuado. Las perspectivas para la economía estadounidense de cara a 2020 son buenas y desde la gestora esperan que el banco central mantenga tipos durante el año.

A más largo plazo, Fidelity mantiene un sesgo positivo hacia el mercado estadounidense, que preferimos frente a los activos alternativos. Tratarán de elevar su exposición a duración ante fases de caídas, ya que los bonos del Tesoro estadounidense siguen siendo una de las mejores clases de activos para proteger las carteras de activos de riesgo durante las fases de volatilidad, como se ha visto durante los últimos días.

El programa cuantitativo del BCE no es ninguna panacea para los mercados

bceEn cuanto a Europa, la reunión del Banco Central Europeo de diciembre dejó el estreno de Christine Lagarde como presidenta de la entidad en sustitución de Mario Draghi. No esperan que la postura de la política monetaria del BCE se desvíe del rumbo trazado por Draghi bajo la nueva dirección, por lo que apuestan por la continuidad y por que la entidad mantendrá la cautela.

Las críticas contra los tipos negativos y el programa cuantitativo son cada vez más audibles. No obstante, Fidelity cree que los recortes de los tipos de interés son más probables que un refuerzo del programa cuantitativo.

Entretanto, los mercados europeos de deuda pública siguen siendo proclives a picos de volatilidad, dado que el programa cuantitativo del BCE no es ninguna panacea para los mercados. En Fidelity volvieron a elevar nuestra exposición a duración europea core y están posicionados de cara a una cierta ampliación de los diferenciales entre los mercados core y el conjunto de los mercados semi-core y periféricos.

La deuda pública británica podría tener atractivo como posición corta

Por último, en el Reino Unido la deuda pública sigue contando con una base firme a pesar del resultado de las elecciones británicas. Aunque se mantiene la incertidumbre, las valoraciones de los activos en GBP ya lo recogen en gran medida.

En el caso concreto de los Gilts, en la gestora han vuelto a una postura neutral, pero les parecen atractivos para posiciones cortas si avanzan más que otros mercados a la vista de unas perspectivas políticas algo más claras y las iniciativas de gasto público que podrían ponerse en marcha a partir de ahora.