“La Selva Amazónica es una de las regiones más ricas del planeta en biodiversidad y recursos naturales, concentrando cerca del 30% de las especies conocidas de la flora y de la fauna del planeta en sus 5,5 millones de kilómetros cuadrados. Su preservación es, por lo tanto, crucial para el equilibrio ecológico y factor importante en el cuadro de cambios climáticos que el planeta viene enfrentando”, BNDES.

En 2008 se crea el Fondo Amazonia con el objetivo principal de incentivar la protección a este patrimonio y el desarrollo sustentable de la región. Desde su lanzamiento sólo ha recibido dinero de los gobiernos de Noruega y Alemania y de la empresa pública Petrobras. Y Noruega ha aportado el 94,1% de los 1288 millones de dólares, pero el 15 de agosto el gobierno noruego anunció la suspensión del pago de este año, a lo que se sumó Alemania. Si bien, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, en 2018 la deforestación fue un 73% menos que en 2004, pero un 8,5% más que en 2017. Desde que asumió la presidencia Bolsonaro, la situación ha empeorado. En julio la deforestación de la Amazonía fue 278% más alta que en julio anterior. En este contexto el ministro de Medio Ambiente de Noruega (Ola Elvestuen) dijo “… en los últimos dos años, los números de deforestación fueron en la dirección equivocada, por lo tanto, no pagaremos en consecuencia” …

La industria de gestión de activos ha dicho estar muy comprometida con la inversión responsable, incorporando en sus procesos de selección de valores cuestiones ASG (ambientales, sociales y de gobierno). Ante esto, es importante conocer cual es su postura con respecto a su posicionamiento en Brasil y hay dos gestoras que nos han dado sus respuestas. Por parte de Allianz GI fue Richard House, Director de Inversiones de Renta Fija Emergente y en cuanto a Vontobel AM fue Thierry Larose, Senior Portfolio Manager.

¿Puede un país con políticas ambientales deficientes tener un lugar en una cartera con la marca ASG?

Ricahrd House: No, nuestro enfoque excluye a los soberanos infractores más graves en cada uno de los tres pilares E, S y G. Por lo tanto, los países con los peores estándares ambientales no aparecerán en nuestro universo de inversión, incluso si se desempeñan relativamente bien en otros factores sociales y de gobernanza. Por ejemplo, varios países en el Medio Oriente y Asia del Sur están excluidos sobre esa base.

Thierry Larose: En nuestro caso, tenemos la flexibilidad de invertir en países con una puntuación ESG por debajo de la media, siempre que la puntuación media ponderada sea positiva a nivel de cartera. El objetivo es aprovechar las oportunidades de inversión en los países que todavía se encuentran en un nivel de sostenibilidad más bajo, pero que están avanzando hacia uno más alto. Para evaluar la sostenibilidad de un país, primero determinamos si este país es elegible para la inversión. El primer criterio que entra en juego aquí es que tiene que ser calificado como "libre" o "parcialmente libre" por Freedom House. En un segundo paso, procesamos una gran cantidad de datos fundamentales que cubren los aspectos ambientales, sociales y gubernamentales del país para calcular su puntuación ESG. La puntuación puede ser positiva o negativa, pero será responsabilidad del equipo de gestión de la cartera asegurarse de que la puntuación media ponderada sea positiva a nivel de cartera. Por lo tanto, tenemos un fuerte incentivo para invertir en países más sostenibles, lo que, sin embargo, no nos impide invertir en países que se encuentran en una senda prometedora hacia puntuaciones de ESG más altas.

¿Están los bonos brasileños excluidos de sus carteras dada la forma de actuar del gobierno de Bolsonaro ante la agenda ambiental?

Ricahrd House: Actualmente no está excluido de nuestro marco soberano de ASG. Si bien, la trayectoria actual es alarmante. El universo de los mercados emergentes es grande y diverso, con más de 80 países invertibles y algunos de ellos exhiben un peor desempeño ambiental, de calidad del aire, de presión sobre los recursos hídricos o gestión de los recursos naturales que Brasil. El enfoque de Allianz GI excluye a los peores infractores de los factores ASG, también buscamos relacionarnos con emisores soberanos para crear conciencia e incluso, influir en las políticas.

Thierry Larose: A pesar de la enorme controversia en torno a la actitud y el papel del presidente Bolsonaro en la actual crisis ambiental, nuestra metodología ESG todavía considera a Brasil como una inversión elegible para una inversión. Nuestro modelo sigue las tendencias fundamentales a medio plazo de la sostenibilidad de un país, y un deterioro en ciertos indicadores no se traduce inmediatamente en una disminución de su puntuación ESG. Sin embargo, nuestra exposición actual es relativamente reducida, debido a nuestra conciencia de que el deterioro actual podría agravar y terminar penalizando nuestra asignación al país.

¿Están considerando alterar su exposición al país de cara a lo sucedido?

Ricahrd House: Los scorings cuantitativos no son suficientes para formar una buena evaluación del desempeño ESG de un país, por lo que nosotros lo complementamos con un juicio prospectivo. La postura del presidente Bolsonaro sobre política ambiental es claramente negativa y estaremos atentos a cualquier cambio en su postura.

Thierry Larose: La mala gestión de la crisis ambiental mostrada por el señor Bolsonaro y su administración eleva el ya agudo nivel de controversia que rodea su posición sobre varios temas. Esto, junto con el mayor nivel de polarización observado en la política local, podría escalar y convertirse en una amenaza para la gobernabilidad del país. Este último no es nuestro escenario base, pero mantenemos al país bajo estrecha vigilancia por esas razones.