De hecho, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, anunció este lunes que planteará una moción de censura contra la primera ministra, la conservadora Theresa May, por su rechazo a convocar de inmediato una votación sobre el acuerdo del Brexit.

Mientras todo ello ocurre las economías emergentes siguen generando dudas, sobre todo aquellos países con mayor niveles de deuda que en un contexto de subidas del dólar pueden sufrir, ya que su deuda está referenciada en dólares y el coste de su financiación aumenta frente a su divisa local que se deprecia. Este 2019, además, hay elecciones en Argentina, Colombia, India, Sudáfrica y Nigeria con lo que ello supone a nivel de ruido previo a la celebración de los comicios. Este año ha sido el caso de México y Brasil.

 

 

Japón, por su parte, vive un momento de estabilidad política y económica que atrae a muchos gestores de fondos de cara a 2019. El Nikkei 225, el índice principal de la bolsa de Tokio, este año no ha evitado las correcciones del resto de índices y acumula una caída cercana al 8%.

“La guerra comercial, la debilidad económica de China y la volatilidad del tipo de cambio han afectado a los mercados en los últimos meses. El proteccionismo de Estados Unidos ciertamente está afectando al mercado japonés: Estados Unidos (20% de exportaciones) y China (18%) son mercados de exportación clave para Japón. Curiosamente, como resultado de la situación geopolítica actual, estamos viendo una mayor cooperación económica entre China y Japón; esto se ve como una forma práctica de mitigar el impacto del proteccionismo estadounidense”, analizan desde la gestora Aberdeen Standard Investments.

Pese a la guerra comercial y las consecuencias en el mercado japonés, los expertos señalan que entre las bondades de Japón está el crecimiento de su consumo interno, que supone un 60% de su economía, está pasando de un largo período de contracción del PIB nominal a un período de expansión, la inflación es favorable y los tipos reales resultan atractivos. El Banco de Japón espera un crecimiento del PIB del 1,4% para 2018, una décima menos que la estimación anterior, mientras que estima un 0,8% para 2019.

“A pesar de la falta de inflación de Japón, el desempleo cayó al 2,3% el mes pasado. Las empresas están aumentando su productividad y las inversiones en bienes de capital (capex) han aumentado a un nivel récord más alto que el máximo anterior en 2007”, indican desde Aberdeen Standard.

 

 

Los expertos indican que otro de los motivos por los que ven potencial en el mercado japonés de cara al próximo ejercicio es el factor político y las medidas implementadas por el primer ministro Shinzo Abe, conocidas como Abenomics. La coalición liderada por el Partido Liberal Democrático cuenta una mayoría de dos tercios en las dos cámaras de Japón y puede mantenerse en el poder durante los seis años de legislatura gracias a los sólidos resultados electorales obtenidos en julio de 2013 (cámara alta), diciembre de 2014, julio de 2016 y noviembre de 2017.

“El índice de aprobación del primer ministro Shinzo Abe se ha recuperado sustancialmente tras los escándalos políticos de principios de este año. Esta es una buena noticia para la estabilidad económica del país y para que continúe la política monetaria acomodaticia”, apuntan desde Aberdeen.

Japón centra las miradas de los gestores por precio y certidumbre en sus políticas

Además del factor político y el momento económico, el Banco de Japón no está pensando en normalizar su política monetaria como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo. El BoJ decidió en octubre seguir con la adquisición de bonos estatales por valor de unos 80 billones de yenes anuales (614.883 millones de euros), aunque ajustará el ritmo de las compras para dar un mayor margen de movimiento en sus rendimientos en corto según las condiciones de mercado.

El balance de la institución que lidera Haruhiko Kuroda es de 553,6 billones de yenes, unos 4,31 billones de euros, el mismo tamaño que toda la producción anual de Japón y 25 veces la capitalización de la empresa más grande del país, Toyota. Es el primer país del G7 cuyos activos en balance superan el tamaño de la economía del país.

Un mercado barato y que no recoge los beneficios

Sasha Evers, director general en Iberia y América Latina de Bank of New York Mellon IM, comenta que “la mayoría de los mercados bursátiles monitorizan el crecimiento de los beneficios por acción (BPA). La recuperación de Japón ha superado la de otros mercados. El mercado japonés va por detrás de la recuperación de los beneficios, incluso tras los recientes avances del mercado”.

“Japón es una buena clase de activo en términos de diversificación, por su poca correlación con otros mercados y además ofrece valoraciones atractivas en términos relativos”, añade.

En la misma línea se expresa Akira Fuse, director de inversiones de Capital Group Japón, que destaca la valoración de la bolsa del país, mucho más baja que la de EEUU con un PER (ratio precio-beneficio) de entre 13 y14 veces y un balance saneado con buen nivel de tesorería que permite retribuir a los accionistas. El Nikkei tiene un PER 14,5 veces, mientras que el el índice MSCI Japan cotiza con un PER de 12,7 veces.

Desde la gestora suiza Pictet AM, su economista jefe Luca Paolini indica que en 2019 es previsible una rotación de inversores desde acciones de EEUU hacia algunos emergentes y Japón. “Japón tiene la ventaja de que su moneda suele hacerlo bien en tiempos de estrés, como cobertura natural. Sus acciones son baratas y están poco apalancadas, a diferencia de EEUU. Además su banco central sigue imprimiendo dinero, hay poco riesgo político y un gobierno estable”, arguye.

La gestora nacional Abante indica en sus previsiones del año que viene que la bolsa europea continúa siendo el mercado que más les gusta. “Consideramos que en Europa hay muchísimo valor y que el mercado lo va a poner en precio -las cotizaciones actuales están poniendo en precio un escenario peor del que esperamos-. También apostamos por Japón -es un mercado que está barato- y los mercados emergentes, donde estamos estudiando incrementar el nivel de riesgo”, comentan.