Si bien, ESG está cada vez más presente en las tertulias financieras, las estrategias de inversión sostenible no es una tendencia nueva en la industria europea de ETFs. La primera estrategia sostenible en ETF se lanzó en 2002 y a pesar de que en aquel entonces no había demasiado apetito para este tipo de fondos, este lanzamiento marcó el comienzo de una tendencia hacia la inversión ESG en la industria europea de ETFs.

No es de sorprender que en 2002 y 2003 únicamente se lanzaran dos ETF con criterios ESG, ya que los activos captados fueron de poca relevancia.  Sin embargo, en 2007 de los cuatro ETFs con estos criterios alcanzaron unos 104,7 millones de euros.  Desde entonces ha habido un aumento constante en el número de ETFs sostenibles en Europa, aunque en realidad fue hasta junio de 2013 cuando el volumen de activos gestionados alcanzó el record de 1.000 millones de euros, y el lanzamiento de 14 nuevos productos de renta variable en diciembre de 2017 (según datos de Lipper).

Tras alcanzar ese número histórico en activos vinieron más lanzamientos

Posteriormente a diciembre de 2017, el número de ETfs superó los cien, integrados por  84 en renta variable y 19 en renta fija, con activos que rondaban los 7.200 millones de euros. Para septiembre de 2018 se alcanza el hito de los 10.000 millones de activos gestionados con una progresión exponencial hasta llegar a los más de 51.500 millones de euros a finales de agosto de 2020, siendo la renta variable responsable del 79,8% de los mismos con 243 ETFs, mientras que los de renta fija superaron la marca de los 10.000 millones de euros vía 64 ETFs de bonos.