El BCE mantiene los tipos de interés en el 0% y la tasa de depósito en el 0,40% y reitera que el próximo mes la autoridad monetaria comenzará a reducir su programa de compra de activos a la mitad. Ninguna novedad con respecto a lo que espera el consenso. Eso sí, nadie sabe lo que el presidente de la institución, el italiano Mario Draghi, podrá desvelar en la rueda de prensa que comenzará a las 14:30h y que podrá seguir con Estrategias de Inversión.

En el comunicado, el BCE afirma que espera que “los tipos de interés se mantengan en este nivel por un largo periodo de tiempo y durante mucho tiempo después de que concluya el programa de compra de activos”, que está previsto que concluya en septiembre.

La institución, además, se compromete a seguir reinvirtiendo el principal de los bonos que van llegando a su vencimiento hasta “mucho más allá” con el objetivo de apoyar el crecimiento económico y la inflación.

Como en cada ocasión, el presidente del BCE es el verdadero protagonista de cualquiera  de las reuniones, ya que lo que pueda decir puede alterar en minutos el sentimiento de los mercados. Hoy, además, está previsto que presente las previsiones económicas de la autoridad monetaria.

La auténtica obsesión de la autoridad monetaria, sigue siendo el crecimiento y, sobre todo, la inflación, ya que la presión de los precios sigue sin aparecer, aunque el presidente de la institución ha afirmado que espera que lo haga a medio plazo.

Por el momento, la recuperación de la economía de la eurozona ha entrado ya en su quinto año gracias a la creación de nueve millones de empleos, lo que ha permitido a la autoridad monetaria iniciar la retirada de estímulos. En enero se comenzará a reducir el QE y se destinarán solo 30.000 millones de euros a compras cada mes. La cuestión el próximo año será, explican los expertos, cuándo iniciará el BCE la subida de tipos de interés, teniendo en cuenta que la FED los ha subido ya cinco veces y que el año que viene podría elevarlos en medio punto más, hasta el 2%. Esta desconexión de políticas monetarias probablemente tendrá su impacto en los mercados en activos como los bonos y, probablemente, las divisas.  

 

Gráfico BCE

 

Aunque parece que una recesión económica es un evento que no pasa por la mente de prácticamente ningún analista (o muy pocos), lo cierto es que el nivel de expansión del BCE –con los tipos negativos y con un QE en marcha-, harían que la institución tuviera poca munición en su arsenal para luchar contra un shock de la economía. De hecho, esa fue una de las principales cuestiones sobre las que versó la rueda de prensa de la Janet Yellen, la presidenta de la FED, y eso que el banco central americano lleva varios años de ventaja a su rival europeo. También ha ocurrido en esta ocasión y Mario Draghi ha dicho que las recesiones no solo se combaten con políticas monetarias y ha insistido que siguen siendo necesarias las reformas estructurales en los países. Tampoco ha dejado pasar la oportunidad para decir que sería conveniente que las políticas fiscales de los países estén orientadas al crecimiento. Es decir, sigue alejándose de la austeridad.

Wolfgang Bauer, gestor del fondo M&G Absolute Return Bond, explica que “una vez que el BCE está dispuesto a reducir el nivel de compras mensuales de bonos desde 60.000 a 30.000 millones de euros desde enero, ¿qué deberían esperar los inversores del mercado de bonos el año que viene? El anuncio de tapering fue muy esperado y el presidente Draghi anunció que el programa podría ser extendido si era necesario y las condiciones económicas se deterioraban, lo que ayudó a animar el mercado del crédito europeo y los bonos alemanes”. El experto aún ve oportunidades en activos como la deuda subordinada financiera y algunas partes del espacio híbrido.

En cuanto a las previsiones económicas de los miembros del BCE hay varias novedades. El presidente Draghi ha afirmado que “la información recibida indica un fuerte nivel de expansión económica y una mejora en las previsiones. Eso sí, los estímulos monetarios siguen siendo necesarios (y lo serán en el medio plazo) para alcanzar los objetivos del BCE (crecimiento e inflación)”.

En este entorno, las estimaciones de los miembros del BCE de crecimiento e inflación han mejorado en los últimos meses.

Así, prevén un crecimiento del 2,4% este año y del 2,3% el próximo. En los siguientes se reducirá hasta el 1,7% en 2020. En cuanto a la inflación, prevén una tasa del 1,5% para este año y del 1,4% el próximo. Los precios crecerían a ritmos del 1,7% en 2020.