“Fallo mío”. Las palabras de Bill Ackman
son claramente esclarecedoras. Después de realizar una presentación durante más de tres horas para demostrar que Herbalife era un fraude piramidal, las acciones subieron más de un 25%. Los inversores hicieron caso omiso a las palabras del inversor que veía como su objetivo principal se le escapaba.
Tan solo unos días después ha admitido el error, aunque tampoco se sabe si podría ser una estrategia para que la empresa termine cediendo en el parqué estadounidense una vez que sus resultados trimestrales fueron peores de lo esperado. Lo que está claro es que ha entonado el “mea culpa” ante tal fracaso de dimensiones colosales.
Pero… ¿A qué atribuye Ackman este fallo garrafal? “Fue un fracaso de comunicación”, explica el activista norteamericano. “Creo que teníamos las expectativas muy altas, puesto que la gente buscaba el cadáver y el cuerpo del delito y en su lugar lo que observaron fue una detallada presentación reglamentaria de tres horas”, ha asegurado realizando autocrítica.
Por su parte, Christine Richard, un ex periodista que ayudó a Ackman a exponer el evento de Nueva York ha manifestado su punto de vista en concreto en unas declaraciones que recoge la agencia Bloomberg.
“Ciertamente es una reacción decepcionante para lo que debería ser de interés para el mercado”, ha expresado. "La combinación de los puntos fuertes de la presentación y la longitud enterró algunos de los puntos fuertes”, ha añadido.
Así pues, se deduce que podría ser un nuevo capítulo y no el final de los ataques de Ackman a Herbalife, pese a que quedó muy tocado en su última acusación. Ahora podría intentar hacer que el valor cayera desde la sombra, pues su ridículo aún permanece adherido a su figura. Al menos durante un tiempo.