El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha señalado que cerca del 35% del patrimonio de los fondos españoles, que supone algo más de 100.000 millones de euros, están destinados a inversiones vinculadas con la sostenibilidad.

Durante la clausura de la conferencia de la CNMV 'Hacia unas finanzas más sostenibles', Buenaventura ha señalado que, en la industria de la inversión colectiva, el factor de sostenibilidad "empieza a tomar cuerpo y protagonismo de forma muy clara".

Tomando como ejemplo el baremo Reglamento de divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector financiero (SFDR), la CNMV había registrado a mediados de octubre 237 fondos del artículo 8 (aquellos que promueven inversiones con características ambientales y sociales) y 14 fondos del artículo 9 (aquellos que tienen por objeto inversiones sostenibles).

En conjunto, esto supone "algo menos" del 35% del patrimonio de los fondos españoles, que es más de 100.000 millones de euros destinados a inversiones vinculadas de alguna forma u otra con la sostenibilidad.

A estos datos, hay que añadir los 45 vehículos de capital riesgo que también ha registrado la CNMV con este tipo de características. "Son cifras que marcan, en cierto modo, el camino a seguir en los próximos años", ha apuntado el presidente de la CNMV.

Según ha recordado Buenaventura, la CNMV incluye en sus líneas estratégicas desde hace varios años el objetivo de facilitar la contribución del sistema financiero a la transición de sostenibilidad. En esta línea, ha señalado que la canalización de capital financiero en condiciones ventajosas hacia sectores y economías que lo demanden para financiar la transición ecológica es un elemento acelerar de esa transición.

Buenaventura ha recalcado que los intermediarios financieros y los gestores no actúan por altruismo, sino porque perciben un cambio profundo en las preferencias de sus clientes finales, tanto minoristas como institucionales.

De la misma manera, ha señalado que las compañías que lanzan bonos 'verdes' o que hacen esfuerzos por presentarse ante los mercados financieros como sensibles a la sostenibilidad lo hacen para asegurar la pervivencia de su modelo de negocio a largo plazo y para competir con otros emisores por la financiación en el mercado de capitales a corto plazo.

"Ambos procesos, la competencia por la oferta de fondos de los clientes finales y la competencia de los emisores de capital en los mercados internacionales, son procesos bastante clásicos y muy bien estudiados en el ámbito de la economía. Pero en esta ocasión, se entrelazan de un cierto modo que, si acertamos con la regulación y la supervisión, puede que hagamos que el viento sople en la dirección correcta", ha apuntado el presidente de la CNMV.

En este escenario, Buenaventura considera "claves" tanto la regulación para dar transparencia como la supervisión para garantizar que maquillar los datos para salir bien en la foto "no sale rentable", un elemento que seguirán "muy de cerca" en la CNMV.

En cualquier caso, el supervisor se ha mostrado optimista en cuanto a que prevé que los clientes irán expresando preferencias de sostenibilidad "cada vez más fuertes", lo que en el medio plazo resultará "realmente transformador" para la forma en que se canalizan los recursos hacia ciertos sectores y actividades económicas que facilitarán la transición ambiental, social y de gobernanza.

"Es indudable la complejidad y magnitud del cambio que estamos abordando para los emisores, fondos y sus gestores, responsables de cumplimiento de las entidades, auditores de información financiera y no financiera, inversores y los propios supervisores. Pero también es perceptible ese aroma a nueva era y a cambio de paradigma que uno puede percibir cuando se aleja un poco y observa el bosque regulatorio, aunque sea un bosque que todavía está en construcción", ha valorado Buenaventura.