Christian Nolting, director de inversiones global para Deutsche Bank Wealth Management, examina desde una nueva perspectiva los 10 temas clave para la inversión en 2017, actualizándolos en función de las dinámicas cambiantes de la economía.

En primer lugar, apunta, “nos encontramos en un contexto de ciclo avanzado con valoraciones algo elevadas tanto en renta variable como en crédito. Por un lado, Europa y Japón siguen dependiendo del apoyo de la política monetaria, a pesar de la mejora progresiva de factores macro fundamentales. Por otro lado, los tipos de interés continuarán subiendo en Estados Unidos, a pesar de la desaceleración temporal de su economía”.

Por lo tanto, señala, “nos mantenemos firmes en cuanto a nuestra previsión de una divergencia en los tipos de interés que inevitablemente reforzarán el dólar estadounidense y lo llevará a alcanzar los 1,10 dólares frente al euro en junio de 2018. Prevemos que la rentabilidad del bono del Tesoro norteamericano a 10 años alcance el 2,6% en un periodo de 12 meses, lo que supone una reducción de nuestra estimación previa, causada por los retrasos en la implementación de reformas pro-crecimiento en Estados Unidos”.

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Recomienda a los inversores distinguir entre lo que resulta atractivo en estos momentos y lo que es probable que siga siéndolo en el futuro: “Mirando hacia adelante, tenemos una perspectiva más positiva en cuanto a la renta variable europea, manteniendo una visión positiva de los mercados emergentes puesto que consideramos que ambas zonas se encuentran en una posición para dar relevo a Estados Unidos como motores del crecimiento económico a nivel global”.

Ahora bien, en lo que respecta a las Bolsas de estos países en desarrollo, ser selectivos es importante: “Preferimos Asia por encima de América Latina debido a sus mejores fundamentos económicos y su menor exposición al precio del petróleo. Nuestro precio objetivo a 12 meses se ha reducido a 50 dólares por barril West Texas, dado que anticipamos que cualquier reducción en los volúmenes de la OPEP se verían compensados por un incremento en la producción estadounidense”.

La volatilidad se encuentra en unos niveles extrañamente bajos, al igual que las primas de riesgo, lo que se refleja en unos spreads bajos de los bonos de alta rentabilidad. Por lo tanto, la firma ha modificado su “clasificación sobre los bonos de alta rentabilidad a ‘neutra’. En mercados emergentes, nuestro objetivo del spread del bono a 12 meses se ha reducido de 300 a 285 puntos básicos debido a una perspectiva más positiva sobre el crecimiento, indicadores sólidos de deuda, una inflación más baja y un nivel de emisiones y de demanda global por rentabilidades reducido. Las rentabilidades de bonos locales emergentes son atractivas, pero la falta de diversificación y la volatilidad en los mercados de divisas representan un riesgo”.

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Finalmente, estos expertos concluyen: “Mantenemos una preferencia por los temas seculares por encima de los aspectos cíclicos. Confirmamos nuestro interés en aquellas historias de desarrollo a largo plazo, centrándonos particularmente en tecnología y sanidad. Estos dos sectores siguen teniendo mucho potencial (desde nuestro punto de vista) a pesar de las valoraciones actuales. Creemos que este potencial se verá reflejado en unos fuertes resultados empresariales en los próximos trimestres”.