Así lo explica el especialista del servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud San José de Madrid, el doctor Jorge Martín Gil, quien afirma que la colelitiasis, o litiasis biliar, comúnmente conocida como ‘piedras en la vesícula’, es una de las enfermedades vesiculares más frecuentes.

“Los cálculos biliares representan una de las principales enfermedades del aparato digestivo, con una prevalencia media-alta en nuestro país. Algunos estudios hablan de que el 5% de españoles desarrollará a lo largo de su vida patología vesicular", sostiene.

Concretamente, destaca que la colelitiasis es una afección más frecuente en mujeres y en personas mayores de 50 años, si bien precisa que existen otros factores de riesgo relacionados con la aparición de la enfermedad como son la obesidad, los antecedentes familiares, la diabetes o la cirrosis hepática.

Principales síntomas

Igualmente, el doctor Martín Gil resalta en este contexto que los cálculos suelen causar dolor, inflamación o cólicos, y admite que, incluso, en determinadas ocasiones la enfermedad puede presentarse de forma más severa y causar complicaciones que deriven en una colecistitis aguda, en una pancreatitis o en una peritonitis biliar.

Detalla, así, que los principales síntomas de la colelitiasis o litiasis biliar son:

  • Cólico biliar: un dolor súbito e intenso que aparece en la parte derecha del abdomen y que puede irradiarse al hombro o al omoplato derechos
  • Digestiones pesadas, náuseas y vómitos
  • Fiebre y escalofríos
  • Ictericia

“Estos cálculos son depósitos sólidos que se forman y acumulan dentro de la vesícula y que pueden ocasionar diversas complicaciones como una obstrucción del ducto biliar que impida la salida de la bilis, una infección o una colecistitis. Pueden estar compuestos de colesterol, de bilirrubina o de sales biliares, y pueden tener diferentes tamaños. Cuando un cálculo grande bloquea la vesícula biliar o alguno de los ductos biliares, produce un cólico biliar”, agrega el especialista de Quirónsalud San José.

El diagnóstico depende de la sintomatología y el historial

A la hora de detectarlos, señala el doctor Martín Gil que existen diferentes pruebas, todo dependiendo del historial clínico y de la sintomatología que describe el paciente, aunque reconoce que, en general, se suelen realizar:

  • Pruebas analíticas de sangre que mostrarán los parámetros que indiquen el correcto drenaje biliar.
  • Pruebas de diagnóstico por imagen como la ecografía abdominal, una prueba que resulta especialmente efectiva en estos casos, y en ocasiones están indicadas pruebas adicionales como el TAC abdominal o ColangioRMN.

El mejor tratamiento no siempre es la cirugía

En cuanto al tratamiento, el experto del servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud San José subraya que este variará en función del estado y de la gravedad de la enfermedad, así como de los síntomas que presente el enfermo.

“En pacientes con colelitiasis asintomática no será necesaria la cirugía y se optará por llevar a cabo un seguimiento exhaustivo para ver cómo avanza la enfermedad, mientras que en pacientes que presentan síntomas o complicaciones se optará por el tratamiento mediante medicamentos o por la cirugía”, detalla.

A su vez, este especialista indica que en aquellos casos en los que se detecta una litiasis vesicular se recomienda la extirpación quirúrgica de las piedras por cirugía laparoscópica o mínimamente invasiva. De hecho, el doctor Martín explica que en este tipo de cirugía por vía laparoscópica el dolor postoperatorio es leve o moderado durante las primeras 24-48 horas, y cede con analgesia convencional. Además, sostiene que la reincorporación al trabajo y a la vida normal suele ser a la semana de la intervención quirúrgica.

En su opinión, otras de las ventajas que presenta este procedimiento son:

  • Reducción del tiempo de estancia hospitalaria.
  • Menor riesgo de complicaciones frente a una cirugía abierta.
  • Un cuidado más sencillo de las pequeñas heridas provocadas por las incisiones.

Eso sí, ante la aparición de cualquiera de los síntomas antes descritos aconseja siempre consultarlo con un especialista y no demorarlo en el tiempo. Recuerda que una extirpación de la vesícula biliar, en caso de ser necesaria, no conlleva grandes problemas en el largo plazo puesto que no representa un órgano fundamental para la vida, y la bilis cuenta con otras vías para alcanzar el intestino delgado.