¿Y una política fiscal más eficiente y expansiva? Nadie dijo nada de este tema, al menos oficialmente. De hecho, apenas se repitieron las consignas iniciales de que los avances obtenidos en los ajustes fiscales anteriores deben mantenerse. Y que hay que hacer honor a las promesas de su continuidad contenidas en el PEC. Dicho esto, lo cierto es que todos repiten hasta la saciedad que se hará uso de toda la flexibilidad que ofrece el PEC. Veremos en un mes si esta flexibilidad permite la intención del Gobierno francés de aplazar dos años el objetivo de déficit del 3.0 % del PIB.


Por lo demás, tampoco ha quedado del todo claro qué y cuáles son las reformas estructurales tan demandadas. Aunque las  podemos imaginar. Lo que ya resulta más complicado es hacer coincidir su aplicación a corto plazo con la ansiada recuperación económica. Eso sí, resultan imprescindibles cuando hablamos de un crecimiento sostenible a medio y largo plazo.

 

Pero, conjuntamente con el diseño de los ajustes pendientes está la necesidad de ser creíble en su aplicación. A esto se refiere la imprescindible visibilidad a medio y largo plazo que requiere la inversión productiva. Uno de ellos es el déficit fiscal estructural.,diferente a otra petición por parte de algunos gobiernos de que no se considere la inversión pública. Las autoridades francesas han apelado a la debilidad económica para justificar su petición de flexibilidad en la reducción del déficit. Esto no debería ser por tanto obstáculo para que se siga avanzando en el descenso del déficit estructural, inicialmente fijado en medio punto al año. Pero no es nada fácil estimarlo.

 

El puridad, el déficit público estructural se refiere al existente en una situación de pleno empleo. Por tanto, su mayor o menor diferencia con el déficit nominal se deberá al momento del ciclo económico recesivo o expansivo respectivamente y a las medidas transitorias adoptadas por los Gobiernos como ingresos extraordinarios derivados de privatizaciones o gastos como las ayudas financieras a la banca.

 

En el siguiente gráfico se puede observar la evolución comparada del saldo estructural, utilizando dos métodos diferentes de estimación, con el déficit público nominal del área. El principal deterioro del déficit estructural en 2009/2010 se debió a un efecto doble por pérdida de ingresos irrecuperables a corto plazo (como los de la construcción residencial) y el impulso fiscal aplicado por los gobiernos para combatir la Crisis.




 

Si miran de nuevo con atención el gráfico entenderán varias cosas de lo escuchado tras el Ecofin:

 

    no dar marcha atrás en lo ganado en el ajuste del déficit
    mantener la credibilidad de la continuidad en la reducción del déficit
    buscar un nivel de déficit que permita una mayor holgura futura en caso de dificultades

 

¿Qué la última idea no les gusta nada? Piensen que algunos ministros de economía se refirieron al riesgo de una tercera recesión en la zona, dentro de una Crisis que ya suma casi seis años. Poco optimismo se observaba tras la reunión.

 

 

 

José Luis Martínez Campuzano

Estratega de Citi en España