Finalmente Ono ha caído rendida a los brazos de Vodafone, quien pagará 7.200 millones de euros, incluyendo la deuda del grupo español
. Este monto valora a Ono en 7,5 veces Ebitda.


Con esta adquisición Vodafone calcula que logrará sinergias de costes e inversiones en capital (capex) de aproximadamente 240 millones de euros anuales, antes de los costes de integración y una vez transcurridos cuatro años del cierre de la operación, lo que supone un valor actual neto, integrando los costes, de 2.000 millones de euros. Además, las sinergias en ingresos ascenderán a 1.000 millones de euros.

Vodafone aprovechará los recursos de Ono para desarrollar las redes telefónicas y de fibra óptica hasta el hogar (FTTH). Ono alcanza con su red de nueva generación a 7,2 millones de hogares y ofrece servicios a 1,9 millones de clientes en 13 de las 17 comunidades autónomas en las que está presente. A su vez, Vodafone cuenta actualmente con cerca de 14 millones de clientes de telefonía móvil y unos 900.000 clientes de fijo.

Vodafone cotiza su nueva adquisición con una subida bursátil de un punto porcentual hasta los 2,24 euros en el parqué londinense.