El mundo está cambiando tras la pandemia y la transformación digital es el punto de inflexión para muchísimas empresas del mercado tanto español, como del resto del mundo.
La creciente utilización de los términos “digitalización” y “transformación digital” está llevando a utilizar ambos como sinónimos pero, Tier 1 asegura que no se trata de lo mismo e incide en la “importante diferencia entre digitalización y transformación digital”.
Desde la compañía, explican fuentes de la compañía de software e infraestructura y sistemas de soporte tecnológico, llevan toda su vida digitalizando clientes, optimizando e integrando todos sus procesos de negocio bajo el criterio de dato único electrónico.
Si bien es cierto, cada vez hay más clientes que transforman su negocio, su modelo, sus formas de presentarse al mercado y de vender utilizando como base la tecnología.
La multinacional española -con presencia en Latinoamérica (Colombia, Perú y Ecuador), EEUU (Miami) e Irlanda- considera que la brecha digital no tiene más remedio que corregirse, es un must, y debe hacerse con o sin recursos europeos, “puesto que está en juego el futuro de nuestras compañías”. En cualquier caso, los fondos Next Generation EU deben “repartirse” asegurando la aplicabilidad de las mejoras propuestas por las organizaciones, no desde la teoría.
Que el 2020 fue un año positivo para las compañías del sector tecnológico es algo innegable y que Tier 1 reafirma. Sin embargo, este 2021 está siendo más dispar.
Sin embargo, las medianas y pequeñas empresas siguen evolucionando de manera más que positiva en el mercado, con operaciones de M&A, salidas al BME Growth o importantes movimientos de inversores. Todo ello hace confiar al sector en que los resultados del año serán más que satisfactorios y apuntan hacia buenas perspectivas. Pero, por encima, de todo “está la escalabilidad de los proyectos de cada una de esas compañías”.
El gran protagonismo que ha adquirido la digitalización y los procesos de transformación en los últimos tiempos ha hecho que se planteen nuevos cambios normativos, de los que Tier 1 declara que “a medida que la sociedad digital emerge y gana escala, está ejerciendo presión sobre los actuales modelos centrados en la autorregulación” y añaden, “la aplicación de regulaciones basadas en la tecnología analógica tiene un atractivo inmediato, pero no se ajusta ni a las realidades sociales ni a las del mercado de la sociedad digital”. Por lo que “aplicar viejos enfoques regulatorios a nuevos desafíos y metas no es la respuesta”.
Lo que las tecnológicas esperan de esta regulación digital es el apoyo al continuo desarrollo de la sociedad y de los mercados, equilibrando las necesidades económicas y protegiendo las necesidades sociales, “también debe tener en cuenta la globalización, eje clave de la digitalización” y sentencian que “cuanto más global y sencilla sea la regulación, con incentivos y ayudas para la inversión en países con clara brecha digital, más facilitará la transición global hacia un mundo más digital”.