Investigadores del Centro de Cáncer Kimmel de Johns Hopkins han descubierto una enzima implicada en la regulación de las células T o linfocitos T, responsables del desarrollo del sistema inmune, que podría ser útil en el tratamiento del asma. Esta enzima es la SGK1 y en el estudio publicado en Nature Inmunology los científicos demostraron que los ratones sin esta enzima eran resistentes a los ácaros que producen el asma.

El objetivo de los científicos es, por tanto, “desarrollar un fármaco que bloquee esa enzima, de tal manera que el organismo se comporte como si no existiera. De esta forma, no solo podríamos utilizar el medicamento para inhibir los síntomas del asma sino que también podría ser utilizado en conjunción con otras terapias experimentales dirigidas a ayudar al sistema inmunológico a combatir el cáncer”*, afirma a la revista Genetic Engineering & Biothecnology News Jonathan D.Powell, M.D., profesor de oncología en el Centro de Cáncer Kimmel de Johns Hopkins.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma afecta a más de 235 millones de personas en el mundo y es precisamente en esta época del año en la que que los síntomas aumentan significativamente. “Tos y dificultad para respirar acompañada de silibancia son algunos de ellos”, según indica el Doctor José Cordero, Director Médico de Néctar Seguros de Salud.

Dependiendo del momento y la persona, los ataques de asma pueden ser leves y cortos y, en otros casos, largos y recurrentes, agravándose los cuadros en determinadas personas ante, por ejemplo, la actividad física, la exposición a alérgenos como los ácaros del polvo doméstico, la caspa de los animales de compañía, los pólenes o los hongos, la contaminación, el humo del tabaco, entre otros muchos.

*Fuente: Genetic Engineering  & Biothecnology News. http://bit.ly/Rkyzk9