Así, los miembros de la autoridad monetaria se mostraron conformes con la evolución de su programa de compras (APP, por sus siglas en inglés). El particular QE diseñado desde Fráncfort seguirá con la misma intensidad, de 80.000 millones de euros mensuales. Al menos esas fueron las intenciones de los miembros del consejo de gobierno del BCE en la reunión del pasado 8 de septiembre.
Aunque el BCE estuvo de acuerdo "en que la acción política en la presente reunión no estaba justificada", las minutas de la autoridad monetaria agregan que "el enfoque debe permanecer en garantizar la plena aplicación de las medidas de política decididas hasta ahora". Y entre ellas están las compras de activos que se ampliaron cuantitativa y cualitativamente en marzo, al aumentar la cuantía mensual desde 60.000 millones hasta 80.000 millones de euros e incorporar bonos corporativos de empresas no bancarias.

Los últimos estímulos "están proporcionando un alivio adicional significativo al coste de financiación de las sociedades no bancarias y los bancos"
Las actas también reflejan una defensa de los estímulos anunciados en marzo. Por una parte, las compras de bonos corporativos (CSPP, por sus siglas en inglés), y por otra, las operaciones de financiación a la banca (LTRO II), "están proporcionando un alivio adicional significativo al coste de financiación de las sociedades no bancarias y los bancos".
El inicio de la ejecución del programa CSPP fue "muy suave" para ir incrementándose posteriormente. El tamaño del balance del Eurosistema alcanzó los 3,35 billones de euros, superando el pico de 3,1 billones que se alcanzó en julio de 2012, "mientras que los indicadores de liquidez del mercado en general no apuntan a problemas que puedan surgir por el funcionamiento del programa".
NI RASTRO DEL 'TAPER'
El documento que publica no refleja así rastro de que pueda reducir ('taper') o eliminar esta política no convencional. La interpretación, de hecho, es la contraria. El martes Bloomberg disparó los rumores al publicar que en Fráncfort trabajan en esta opción, algo que un portavoz del BCE desmintió al asegurar que "el Consejo de Gobierno no ha debatido estas cuestiones".
Pero el impacto en el mercado fue imposible de parar, tanto en las grandes empresas, que se benefician con la emisión de deuda, como entre los bancos ante las expectativas de que se iniciara pronto la relajación de la política ultraexpansiva que tanto les perjudica, como en el euro, que se giró al alza con el dólar. Es decir, más signos de que hay una adicción latente en el mercado hacia el banco central.
Los inversores han respondido con compras en el mercado secundario de deuda. El bund alemán a 10 años tiene un repunte en el precio que hunde la rentabilidad otra vez por debajo de cero, mientras que el bono español con misma duración se encarece y baja el rendimiento hasta el 1,033%. En el mercado de divisas, el euro cae un 0,3% hasta los 1,1177 dólares.
MEJORÍA DEL CONTEXTO ECONÓMICO
Entre las reuniones del 21 de julio y del 8 de septiembre, "la confianza en los mercados financieros ha mejorado y la volatilidad ha disminuido", opinan los miembros del Consejo de Gobierno de la institución que preside Mario Draghi. Asimismo, los índices bursátiles recuperaron parte o la totalidad de lo perdido con el Brexit, "con el apoyo de noticias económicas mejores de lo esperado y por las expectativas de una mayor flexibilización de la política monetaria".
Los bancos, muy castigados en bolsa y con las dudas en torno a Deutsche Bank y a las entidades italianas, no han sufrido un impacto significativo del deterioro del escenario que se registró en junio y julio con el Brexit, asegura el BCE citando los resultados de las pruebas de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (BCE).
PREVISIONES
El banco central espera un crecimiento económico del 1,7% en 2016, un 1,6% en 2017 y un 1,6% también en 2018. La previsión se ha revisado al alza en una décima para este año y se ha bajado en una décima para el próximo respecto a las proyecciones anunciadas en junio, mientras que se mantiene para dentro de dos ejercicios.
Las previsiones de IPC para la zona euro de la institución se mantienen casi sin cambios tras la reunión de política monetaria de septiembre, salvo por un leve recorte en la proyección del próximo año. El IPC armonizado se situará en el 0,2% en el conjunto de 2016, según las estimaciones del BCE, escalará hasta el 1,2% en 2017 y hasta el 1,6% en 2018.