Banco Santander está tomando importantes medidas para frenar el deterioro ambiental. Para la entidad, el hecho de que el sector contribuya con su actividad a construir una economía sostenible es mucho más que una declaración de intenciones. Uno de los últimos pasos es el refuerzo de su gama de productos verdes, como la construcción de One Europe con la incorporación del nuevo diseño de la tarjeta One Card. Estas tarjetas sostenibles se fabrican con materiales reciclados y ya han superado las pruebas de uso en España, Polonia, Reino Unido y Portugal, los cuatro países europeos de One Europe, un proyecto liderado por Antonio Simoes, responsable de los negocios en Europa y primer ejecutivo de Santander España.
Entre las características de estas tarjetas está la variedad de colores. El rojo, seña de identidad del banco, es para las de débito: Debit One y Debit Smart. El negro, para las de crédito All in One, All in One Basic y Smart Credit; y el azul claro para las de pago aplazado (One Aplaza). Por último, el azul pastel es para las tarjetas prepago. Los clientes del banco en España comenzarán a recibir el nuevo modelo para las tarjetas de nueva emisión y renovación por deterioro, robo o pérdida. La tarjeta One Card, además, incluye un identificador especial que facilita la accesibilidad a los clientes ciegos.
El banco se ha marcado el objetivo de que antes de 2025 todas las tarjetas de débito y crédito en España, Portugal, Polonia y Reino Unido se fabricarán con materiales sostenibles. “El lanzamiento de las nuevas tarjetas es el primer resultado tangible en la implementación de nuestro modelo común en la región y un paso importante hacia la construcción de One Europe”, señalan desde la entidad. En Europa, la entidad que preside Ana Botín cuenta con más de 30 millones de tarjetas de debido, crédito y prepago.
Hasta ahora, Santander no aplica ningún tipo de comisión a las tarjetas por expedición o mantenimiento y pueden utilizarse para pagar con dispositivos móviles de inmediato (sin tener que esperar a recibir la tarjeta física), retirar efectivo en cajeros automáticos o financiar todas las compras y recibos. Además, utiliza menos energía que las tarjetas de plástico para su fabricación. De hecho, el cambio a las tarjetas ecológicas en Europa evitará la emisión de más de 1.000 toneladas de COâ anuales, el equivalente al consumo energético de casi mil hogares. Una vez finalizada la transición, el uso de plástico se reducirá en 60 toneladas anuales.
Otra de las iniciativas de la entidad en medios de pago es el uso de tarjetas biodegradables en Santander Consumer Finance España, en las que un 1% de la cantidad desembolsada en las compras realizadas durante este año se donará a la Global Nature Foundation. También Santander Portugal cuenta con tarjetas de débito certificadas por CarbonNeutral, gracias a su impacto medioambiental bajo.
Junto a la transformación de la gama de tarjetas, Banco Santander está ampliando su catálogo de productos verdes en hipotecas, préstamos para la compra de coches o reformas y fondos de inversión y planes de pensiones. En España ofrece un préstamo para la compra de vivienda con certificado de eficiencia energética A o A+ con una bonificación de 10 puntos básicos sobre el tipo de interés; renting y créditos para vehículos ecológicos; o el Préstamo Reforma Verde para la financiación de aquellas reformas cuyo objetivo sea el ahorro de energía y eficiencia energética, con condiciones más ventajosas. También comercializa préstamos para la agricultura baja en carbono y la compra de maquinaria responsable con el medioambiente; para la financiación de promociones inmobiliarias con elevadas certificaciones de eficiencia energética; o un leasing fotovoltaico para la instalación de soluciones de autoconsumo tanto para particulares como para empresas.
Por su parte, Santander Portugal ofrece préstamos para la eficiencia energética, donde la entidad fomenta la adquisición de equipos específicos para instalaciones eficientes a nivel energético. En Santander Brasil cuentan con préstamos y arrendamientos para la instalación de energías renovables y en Santander Polonia con productos de leasing para impulsar el uso de vehículos eléctricos e híbridos.
El camino hacia el ‘Net Zero’
La entidad financiera ha evitado solo en 2020 la emisión de 60 millones de toneladas de carbono a nuestro planeta, a través de la financiación de energías renovables greenfield. Y con ello contribuirá al compromiso de ser NetZero en toda la actividad del grupo en 2050, una alianza promovida por la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEPFI) con el fin de acelerar la transición hacia una economía de cero emisiones netas y apoyar los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático.
El grupo se ha marcado diferentes metas en sus objetivos de banca sostenible. Entre ellas facilitar 120.000 millones de euros de financiación verde hasta 2025, que se elevarán hasta 220.000 millones en 2030, mantener su posición de liderazgo en energías renovables o la lucha contra la deforestación y su impacto negativo en el cambio climático y la biodiversidad, especialmente en el Amazonas. Por otra parte, está minimizando el impacto de su propia actividad, reduciendo las emisiones en todo el mundo. Desde 2001, la entidad mide su huella de carbono y el pasado año alcanzó el propósito de ser neutros en carbono en su propia actividad, usando energía renovable y compensando el exceso de emisiones. Para 2025, se ha comprometido a que todo su suministro eléctrico provenga de renovables.