El consejero delegado del Banco BBVA señaló los riesgos a los que se enfrenta el sector financiero a nivel global, derivados de la ralentización de los países emergentes, el enfriamiento de la economía china, con sus correspondientes efectos en los precios de las materias primas y los bajos tipos de interés a nivel mundial. En este sentido, Torres Vila señala “que la industria financiera tiene un problema de rentabilidad”.
Durante su intervención en el Morgan Stanley European Financials Conference, celebrada en Londres, señaló los cambios a los que se está sometiendo el sector en los últimos tiempos, derivados de las innovaciones digitales. “La banca está cambiando a gran velocidad”, aseguró. En ese sentido destacó la gran transformación que está sufriendo la banca con la aplicación de nuevos desarrollos tecnológicos capaces de cambiar el negocio bancario, como el blockchain, el big data, la inteligencia digital, así como las nuevas maneras de comunicación entre cliente y banco a través de dispositivos móviles.
Respecto a las prioridades de BBVA, Torres Vila señaló que las actuaciones del banco tienen como objetivo mejorar la experiencia del cliente, impulsar las ventas digitales, optimizar la asignación de capital y ser referentes en eficiencia.
El consejero delegado del BBVA, también aprovechó para resaltar que los resultados obtenidos a través de su actividad en España irán en aumento, debido a la reducción de las provisiones realizadas por crédito hipotecario, aunque señala que la erosión de los márgenes ocasionada por la política de tipos bajos obligará a hacer un esfuerzo extra en la contención del gasto y la obtención de ingresos por comisiones.
Respecto a su actividad en Estados Unidos espera obtener resultados positivos, aunque ligeramente inferiores, mientras que para su división en Turquía espera obtener unos incrementos de dos dígitos. Para América Latina, por su parte, prevé un crecimiento económico del 2%, por lo que considera que la calidad de su cartera crediticia en la región continúa siendo alta. Además, resaltó la baja exposición de la entidad financiera al petróleo y al gas, ya que apenas suponen el 3% de la cartera crediticia de la entidad (unos 15.800 millones de euros en total).