Los retos que afronta el sistema bancario tras la crisis financiera y la exigencia de recuperación de su rentabilidad hacen necesario que el sector adopte un nuevo modelo de creación de valor más sostenible y que permita construir una nueva forma de relación con el cliente adaptada a la nueva era digital.

En este contexto, las tecnologías de gestión de la identidad digital de clientes y no clientes y de custodia de la información, los productos de banca contextual como impulsores de la Experiencia de Usuario (UX), las soluciones que ayudan a las pymes en la resolución de sus problemas del día al día o los sistemas Automáticos de Valoración (AVM), ocupan los primeros puestos del ranking de productos y servicios habilitados por las tecnologías disruptivas para responder a los retos del sector.

Así lo recoge el Vídeo-Informe 2016 sobre banca y tecnología: “El nuevo modelo de creación de valor de la banca basado en tecnologías disruptivas”, elaborado por Minsait, la unidad de negocio de Indra que da respuesta a los retos que plantea la transformación digital.

Según el estudio, el diseño de una estrategia digital clara con unos líderes que patrocinen el cambio cultural hacia la innovación constituye la única vía para que la banca pueda superar el conjunto de retos a los que se enfrenta tras la crisis: erosión de márgenes y desarrollo del shadow banking, aumento de la presión regulatoria y  pérdida de confianza por la sociedad,  construcción de un nuevo modelo de relación con el cliente o entrada masiva de nuevos competidores en el sector (gigantes tecnológicos y Fintech).  

Gestionar la identidad digital del cliente con garantía de seguridad

La nueva regulación del sector financiero y las limitaciones derivadas de la naturaleza  o tamaño de los nuevos competidores permiten que las soluciones de ciberseguridad ofrezcan a las entidades financieras la oportunidad de construir una posición ventajosa y diferenciada, según afirma Minsait.

Por un lado, las tecnologías de gestión de la identidad digital posibilitan acreditar al usuario durante todo el customer journey, una identificación que resulta crítica para proveer servicios de valor añadido y banca contextual asegurando una UX moderna y garantizando un pleno cumplimiento regulatorio y gestión del riesgo asociado al negocio. Según destaca Minsait, el sistema debe estar preparado para dar respuesta a las implicaciones y particularidades  que presentan los tres  momentos clave: el alta on-line y desatendida, la autenticación multifactor de operaciones y la contratación contextualizada.

Por otro, ofrecen capacidades para recoger información sobre control de fraude, agregarla, construir inteligencia analítica y disponibilizarla como servicio a consumir por los implicados del ecosistema. Sería el caso de dispositivos móviles o Apps, que están introduciendo infinitas oportunidades de negocio pero también nuevos paradigmas de ciberriesgo.

Banca Contextual: dónde, cómo y cuándo quiera el cliente

Los problemas de la banca tradicional en la fase de delivery de sus productos es otro de los puntos débiles que están siendo aprovechados por empresas Fintech y gigantes tecnológicos.

En este sentido, el estudio considera el desarrollo de soluciones de Banca Contextual como la mejor manera de crear un nuevo modelo de relación digital con el cliente basado en los conceptos del precio, conveniencia y agilidad (accionable en pocos clicks). De esta forma, las entidades financieras serían capaces de facilitarle el mejor servicio, con asesoramiento y en tiempo real, mediante la combinación de herramientas de Big Data, movilidad o seguridad, entre otras cosas. No se trata ya de ofrecer un crédito para un nuevo coche sino de ayudar al cliente a encontrar el mejor vehículo, al mejor precio, con la financiación incluida.

Además, este tipo de soluciones permiten construir una conexión emocional cuando el cliente percibe que “su banco” está a su lado en los momentos clave para ayudarle a conseguir sus objetivos personales.

Impulsar la transformación digital de la pyme

El apoyo a las pymes en la  resolución de los problemas del día a día mediante la transformación  digital constituye, en opinión de los expertos de Minsait, otra de los puntos clave que debe presidir la nueva estrategia de las entidades bancarias. Este subsector de la economía constituye el principal motor del crecimiento económico tanto en Europa como en Estados Unidos, genera dos de cada tres empleos y representa el 60% y el 50% del PIB, respectivamente.

La propuesta de Minsait apunta al desarrollo de servicios en los ámbitos de captación y retención de clientes y de profesionalización de la gestión. En el primero de los casos, se trataría de aplicar inteligencia sobre el transaccional de las tarjetas de un banco para extraer en detalle el patrón de consumo de los clientes particulares, una información que resulta extremadamente útil para los clientes pyme, (principalmente comercios) -por ejemplo de cara a la elaboración de promociones y campaña- y sin que ello genere conflicto con el particular.

Por otro lado, también se considera muy relevante facilitar a las pymes a través de dispositivos móviles,  el acceso a herramientas que mejoren su gestión, tanto en la operativa administrativa  como financiera, que hasta ahora solo podían permitirse las grandes empresas (tecnología OCR para captura automática de datos de factura y almacenamiento de imagen válido para la agencia tributaria, factura electrónica en movilidad desde la nube, o acceso móvil en tiempo real a información  sobre cobros y gastos pendientes, entre otros).

Ser el mejor y el más preciso en la gestión de riesgos

Los sistemas avanzados de gestión del riesgo, son señalados en el estudio de Minsait como el factor más característico y diferencial dentro de la cadena de valor del sector bancario.

La incorporación de la tecnología permite valorar los riesgos en la fase de admisión de una forma mucho más veloz (se elimina la intervención humana) y precisa. Estos sistemas utilizan datos sectoriales y sociodemográficos, cash flow, proyecciones y valoraciones automáticas en tiempo real de las garantías aportadas permitiendo disponer de técnicas avanzadas de pricing para todo tipo de clientes. También constituyen una valiosa herramienta para incorporar al sistema bancario a nuevos colectivos.

Por otro lado, en la fase de seguimiento y control, las técnicas de computación matemática permiten anticipar tanto posibles situaciones de insolvencia de un cliente como indicios de mejoras en este ámbito. Asimismo, el estudio considera clave en esta fase los sistemas automáticos de valoración (Automated Valuation Models-AVM), ya muy extendidos en Estados Unidos o Reino Unido,  para realizar una monitorización continua de los colaterales inmobiliarios del activo de una entidad.

Por último, el video-informe de Minsait defiende el papel de la tecnología de medios de pago  como ayuda fundamental para enfrentarse al reto social que supone la educación sobre conceptos financieros y supervisión y control del cliente del futuro. Es el caso de los productos diseñados para facilitar la relación financiera entre padres  e hijos y la supervisión en tiempo real.

El futuro que ya está  llegando

Como colofón al estudio, Minsait hace una fotografía de la evolución tecnológica que se prevé para la banca en los próximos diez años. El traslado definitivo de los pagos al wearable o al móvil, la reducción y especialización de las oficinas, o el asesoramiento personalizado través de móvil, realidad vitual o Smart TV, son algunos de los cambios que experimentarán los canales de relación con el cliente.

Por otro lado, los productos y servicios también experimentarán una auténtica revolución. Así, aparecerán numerosos servicios de valor añadido que aprovecharán la funcionalidad on-line y el sistema real-time en el ámbito en el ámbito de pagos, se incrementarán las adquisiciones de las compañías Fintech y se convergerá hacia los procesos de financiación contextual. Además, las pymes externalizarán gran parte de sus funciones de gestión en servicios provistos por los bancos, que además les proveerán otros específicos de outsourcing de tesorería y ciberseguridad. Y también será la Inteligencia Artificial quien diseñe las carteras y tome automáticamente las decisiones de inversión.

Otras novedades serán la aparición de empresas especializadas en riesgos mediante analytics, la conversión de la biometría múltiple en el sistema estándar de identificación o de la seguridad en core business de la banca.

Para acceder al informe con el vídeo pinche aquí: http://www.minsait.com/es/whats-new/insights/el-nuevo-modelo-de-creacion-de-valor-de-la-banca-basado-en-las-tecnologias

Sobre Minsait

Minsait es la unidad de negocio de Indra que da respuesta a los retos que la transformación digital plantea a empresas e instituciones, por medio de la oferta de resultados inmediatos y tangibles. Indra ha agrupado en Minsait su cartera de soluciones de tecnología y consultoría en el negocio digital, que le han convertido en una de las empresas líderes de este mercado en España. Y la ha impulsado con una metodología diferencial, una ampliada cartera de soluciones de negocio, un modelo propio y diferente de venta, entrega y soporte orientado a la generación de impacto, y una organización flexible basada en equipos multidisciplinares, formados por especialistas de perfiles muy concretos. Minsait completa la oferta del resto de verticales de alto valor de Indra, favoreciendo su orientación hacia los negocios clave de sus clientes, y con ello será un motor para acelerar el crecimiento de Indra.

Indra

Indra es una de las principales empresas globales de consultoría y tecnología y el socio tecnológico para las operaciones clave de los negocios de sus clientes en todo el mundo. Desarrolla una oferta integral de soluciones propias y servicios avanzados y de alto valor añadido en tecnología, a la que añade una cultura única de fiabilidad, flexibilidad y adaptación a las necesidades de sus clientes. Indra es líder mundial en el desarrollo de soluciones tecnológicas integrales en campos como Defensa y Seguridad;  Transporte y Tráfico; Energía e Industria; Telecomunicaciones y Media; Servicios financieros; y Administraciones públicas y Sanidad. Y a través de su unidad Minsait, da respuesta a los retos que plantea la transformación digital. En el ejercicio 2015 tuvo ingresos de 2.850 millones de euros, 37.000 empleados, presencia local en 46 países y proyectos en más de 140 países.