MADRID, 18 AGO. (Bolsamania.com/BMS) .- El trayecto turístico entre las islas de Lombok y Komodo, en Indonesia, fue uno de los más largos y tormentosos para Rafael Martínez y su pareja, dos de los supervivientes españoles encontrados tras el naufragio de un ferry este sábado.

"Han sido las 22 horas más horribles de mi vida", declaraba Rafael Martínez, que trabaja como periodista y que fue rescatado junto a su pareja. "No sabíamos si el barco quedó dañado, porque todos escuchamos un golpe", explica, y destaca que el segundo día la situación empeoró "con olas de hasta tres metros".

Recordemos que el barco, un crucero que navegaba por aguas del sur de Indonesia, se hundió con 25 personas a bordo. Entre los pasajeros se encontraban ciudadanos españoles, así como otros 15 turistas, en su mayoría europeos, que continúan desaparecidos. En la noche del viernes, cuando el barco no llevaba ni seis horas de navegación, chocó contra un arrecife de coral después de que una tormenta dificultara su rumbo.

"La nave se movía muchísimo. Iba rapidísimo y no seguía la línea de la costa. Estaba en mar abierto. Un chico francés y yo bajamos a hablar con la tripulación y nos dijeron que todo iba bien", sentencia. "Se trataba de un barco de madera muy antiguo, sin ninguna seguridad, sin GPS ni radio ni ningún instrumento de navegación".

OCHO HORAS A NADO ANTES DE SER RESCATADOS

La mañana después del naufragio decidieron nadar para llegar una isla que se encontraba a cinco kilómetros. Unas horas más tarde, vieron dos luces a la derecha y empezaron a hacer señales hasta que unos pescadores los rescataron y los trasladaron a Vega, un poblado costero, a donde llegaron agotados, con insolación y rozaduras por todo el cuerpo.

Una vez allí, y ante la imposibilidad de contactar con la Embajada de España en Yakarta, Rafael y María escribieron un mensaje en la página de Internet de la representación española: "Somos dos españoles. Hace dos noches se hundió el barco en el que viajábamos de Lombock a Labuan Bajo. Nadie nos rescató. Tuvimos que ir nadando a la costa durante ocho horas. Estamos en Bima, Sumbawa, con la Policía. Por favor contactar con nosotros urgentemente".

ALGUNOS SUPERVIVIENTES ALCANZARON UNA ISLA CERCANA

Otros supervivientes sufrieron más si cabe antes de poder ser rescatados. Es el caso de dos de los pasajeros neozelandeses, que nadaron hasta una isla cercana. "Los mejores nadadores optaron por nadar hasta tierra porque pensamos que lo conseguiríamos, y afortunadamente así fue, aunque por muy poco. Nadie vive allí, es una isla con un volcán activo que, durante toda la noche, escupía lava caliente. Sedientos tras varias horas en el mar, optaron por beber su propia orina, "Necesitamos beber, así que a veces hay que hacer lo que hay que hacer", declara Tony Lawton.