Mientras que el desempleo de larga duración ha crecido levemente en la Unión Europea desde 2007, hay una serie de países -España e Irlanda entre ellos- donde el incremento ha sido muy acusado y preocupante. En el conjunto de la UE-27, el desempleo de larga duración ha alcanzado una media de 4,1% en 2011 frente a un 3,1% en 2007.
Eslovaquia registra la mayor tasa con un 9,2%, pero el segundo lugar corresponde a España. En 2011, la cifra española de paro de larga duración ha llegado aun 9,0% de la población activa, lo que equivale a un incremento de más de 7 puntos porcentuales en relación con la tasa del 1,7% registrada en 2007. A continuación figuran Grecia y Letonia, ambos con un 8,8%, e Irlanda con un 8,6%. Lituania se
sitúa en un 8,0%, Estonia en un 6,3% y Portugal en un 6,2%. Hungría (5,2%) e Italia (4,4%) también superan la media de la UE-27.
Francia se queda ya levemente por debajo, mientras que Polonia, Eslovenia, Bélgica, Rumania y Malta registran cifras alrededor del 3%. En Alemania la tasa de desempleo de larga duración ha bajado considerablemente desde 2007 hasta situarse en un 2,8%. La República Checa y el Reino Unido comparten un 2,7%. Los países de la UE-27 que apenas tienen paro de larga duración son Dinamarca, Finlandia, Chipre, los Países Bajos, Luxemburgo, Suecia y Austria, todos ellos con tasas claramente por debajo del 2%.