MADRID, 06 DIC. (Bolsamania.com/BMS) .- Las opciones y el tiempo se agotan para Pescanova. Ayer nos hacíamos eco del ultimátum lanzado por Deloitte, administrador concursal de la firma, a los bancos acreedores en el que les decía que si no aceptan una quita de hasta el 75% sobre la deuda, el grupo pesquero irá a liquidación. Pues bien, hoy Cinco Días precisa un detalle más: Deloitte sostiene que la multinacional gallega necesita de forma urgente 250 millones de euros para poder sobrevivir y ha dado de plazo hasta la próxima semana a la banca acreedora para llegar a un acuerdo.

La operación, según informa el diario económico, pasaría por una aportación de capital total de entre 250 y 300 millones de euros para hacerse con el 51% y podría cerrarse en los próximos días. Sobre ella, señalan los expertos de Link Securities que “los fondos Capital York, Mount Kellet, Och-Ziff, Bluecrest, Angelo Gordon & Compan, KKR y Centerbridge y el grupo Cargill son los inversores a los que Pescanova ha pedido que presenten una propuesta. A ellos se une el interés de dos de sus actuales accionistas: Luxempart (5,8%) y el Grupo Damm (6,2%)”. Los posibles socios deberán presentar su propuesta, como muy tarde el lunes.

Cuenta Cinco Días que al parecer la opción de que Carceller se haga con la compañía gallega, a pesar de contar con el rechazo inicial de algunas de las principales entidades acreedores al final ha terminado por ser aceptada y es la más probable.

Por su parte, la banca, que ya ha asumido que tendrá que aceptar una quita de entorno al 75%, se quedaría con un máximo del 49% de la alimentaria, después de capitalizar deuda (3.674 millones de euros).

Más allá de esta situación, a Pescanova se le multiplican los problemas con sus filiales. A pesar de que conocíamos ayer que había conseguido vender con éxito su participación en Austral Fisheries por 29,5 millones de euros a la japonesa Maruha Nichiro Holdings, hoy sabemos que cuenta con una semana para tratar de salvar su filial chilena. Pesca Chile se encuentra en situación concursal, presionada por uno de sus principales acreedores, HSBC. La filial requiere de una inyección de 45 millones de euros.

Pescanova permanece suspendida de cotización desde el pasado 12 de marzo.

M.D.