Endesa y Caixabank, una de las entidades líderes en financiación sostenible de nuestro país, han firmado un préstamo “verde” a 7 años por importe de 150 millones de euros, destinado a asegurar la liquidez de Endesa y a financiar el plan de negocio proyectado para los próximos años.

Esta nueva operación financiera vuelve a estar vinculada así a criterios de sostenibilidad ESG (Environmental, Social and Governance) pero con una gran novedad para Endesa: por primera vez, las condiciones crediticias están ligadas a un objetivo de reducción de emisiones Scope 1  (<menos de150 emisiones específicas medidas en gCO2eq/kWh* a finales de 2023 vs 183 gCO2eq/kWh de cierre de 2020).

El préstamo cuenta además con condiciones muy competitivas respecto al mercado, muestra del apoyo de CaixaBank a iniciativas y proyectos respetuosos con el medio ambiente que contribuyan a prevenir, mitigar y dar respuesta al cambio climático y la transición hacia una economía baja en carbono.Una de sus principales bondades es el vencimiento, de 7 años, plazo que no ofrece generalmente el mercado bancario.

Este último préstamo con CaixaBank se suma al reciente anuncio que hizo la compañía al haber completado la vinculación de toda su operativa financiera a objetivos de sostenibilidad, lo que, sin duda, contribuye a reforzar su compromiso con los objetivos de descarbonización y además compromete a las entidades financieras con las que trabaja.  Además, la compañía anunció al mercado a finales de noviembre, al presentar su Plan Estratégico 2021-2023, que el 60% de toda su deuda bruta estaría ligada a objetivos de sostenibilidad a finales de 2023. A cierre del 2020 este porcentaje era del 45%.

Plan inversor

Estas operaciones son una pieza clave en la estructura de la deuda de Endesa, asegurando su liquidez y permitiendo financiar el plan de negocio para 2021-2023 presentado al mercado a finales del año pasado y en el que la compañía actualizó su estrategia de Transición Energética basada en dos grandes pilares. Primero, el crecimiento de un 50%de su parque de energías renovables, hasta 11.500 MW y con una inversión de 3.300 millones (un 20% más que en el plan anterior). Con ello, el 89% de la producción peninsular estará libre de emisiones de CO2 a final de 2023 (con un objetivo Scope 1 <150 en gCO2eq/kWh, en reducción ulterior al 2030 a <95 en gCO2eq/kWh). Y, segundo, el impulso a la digitalización de la red que absorbe otros 2.600 millones, un 30% más que en la planificación 2020-2022.