Ni  los datos macro ni los empresariales acompañaron en la sesión americana. Al menos eso es lo que se dejó entrever durante gran parte de la sesión. Números rojos que, en el último momento, no dudaron en pasarse a terreno positivo dejando así al Dow Jones en los 11.019 puntos, tras una revalorización del 0.12%. Algo más livianos fueron las subidas que experimentó el S&P 500, del 0.07% en tanto que el tecnológico se anotó un 0.33% y cerró la sesión en los 2.465 puntos. 

En el plano económico,  las cifras de la balanza comercial de febrero, mostraron un repunte del déficit del 7,4%, y el índice de precios de importación no estuvo a la altura de lo esperado al crecer un 0,7% mensual en marzo frente a la caída de un 0,3% del mes anterior, por debajo de las previsiones de los analistas. En cuanto al frente europeo, después de la calma que supuso el anuncio del rescate heleno en los mercados, Grecia ha emitido hoy finalmente letras a 6 y 12 meses por un importe total de 1.560 millones de euros, más de los 1.200 millones inicialmente planeados, según ha anunciado la agencia nacional de deuda en un comunicado.

Además, la confianza entre las pequeñas empresas de Estados Unidos cayó en marzo a su menor nivel desde julio de 2009, al estar los ejecutivos más preocupados respecto de las ganancias y las ventas, según el índice de optimismo de la National Federation of Independent Business, que cayó a 86,8 el mes pasado desde 88 en febrero.

En el planoempresarial, el mercado estaba muy atento al pistoletazo de salida de la temporada de resultados corporativos. Como es habitual, Alcoa ha sido la primera compañía en adelantar sus cifras, que no han conseguido satisfacer las expectativas, puesto que los ingresos de la compañía en el primer trimestre fueron inferiores al consenso de los analistas. Esta noche, tras el cierre del parqué, la tecnológica Intel mostrará sus resultados. Los títulos de Alcoa lideraron los descensos de la jornada (-1,99%) después de que informara ayer, tras el cierre del mercado, de sus cuentas correspondientes a los tres primeros meses de 2010, dando así pistoletazo de salida a la publicación de resultados empresariales.

La compañía anunció unas ventas en el primer trimestre de 4.890 millones dólares, cifra que se encuentra muy lejos de las estimaciones de los analistas que esperaban 5.230 millones dólares. Aunque logró recortar sus números rojos en casi un 60% gracias al aumento de los precios del aluminio, del que es el mayor fabricante mundial, y cerró el primer trimestre de 2010 con una pérdida de 201 millones de dólares, frente a los 497 millones perdidos un año antes. Tras conocer sus cuentas, la firma de análisis UBS rebajó su recomendación a "neutral" desde "mantener".