Como si de una amenaza se tratara, ayer Fitch Ratings reducía la calificación de riesgo de Grecia al nivel más bajo de toda la Unión Europea, lo que enfriaba la renta variable europea y, por contagio, la de EE.UU. Al otro lado del Atlántico el S&P 500 despedía con lágrimas en los ojos los 1.100 puntos que tanto tiempo llevaba consolidados y hoy la confianza en activos de riesgo vuelve a ausentarse del parqué norteamericano.


Mientras lares lejanos de América amenazan con posibles insolvencias, Goldman Sachs declara que ve
improbable que la Fed suba los tipos de interés en EE.UU. hasta finales de 2011. Según el director ejecutivo de GS, Goohoon Kwon, “la tasa de desempleo de EE.UU. alcanzará su mayor nivel en 2011 en un entorno de debilidad de la demanda y las entidades financieras no serán capaces de ampliar los créditos de forma agresiva en el próximo par de años”.

Parece que Obama es muy consciente de que éstas son las patas de las que más cojea la economía de su país y, por ello, ha anunciado que destinará el dinero sobrante de los fondos TARP de reactivación financiera para reforzar el mercado laboral mediante la concesión de créditos y la rebaja de impuestos. Pero tendremos que ver cuánto es ese dinero que sobre de los TARP, dado que se espera que el presidente extienda unos 700.000 millones de dólares a octubre de 2010 y dedique otros 175.000 millones de esos fondos a reducir el déficit.

Entre los datos macro del día, las solicitudes de préstamos hipotecarios, que subieron la semana pasada un 8,5% y eso que las tasas de interés subieron. Además, las peticiones de ayudas para comprar nuevas viviendas se alzaron hasta un 4%, lo que sigue corroborando la reactivación del sector inmobiliario.

En el apartado empresarial, Procter & Gamble podría estar cerca de alcanzar un acuerdo para hacerse con la división europea de desodorante ambiental de Sara Lee. La operación podría valorarse en 700 millones de dólares. En la bolsa hoy P&G sube un 0,48% mientras que Sara Lee cede un 0,33%.

Todo esto en un día en el que el billete verde va ganando terreno al euro y ya le acorrala contra la pared de los 1,47 dólares.