En cualquier caso, subrayó que con la extremada volatilidad actual, las previsiones a medio plazo, "son más escenarios que previsiones".

Asimismo, Vegara señaló que no considera en absoluto la posibilidad de que se produzca una deflación (descenso del nivel de precios) en 2009 y añadió que la inflación cerrará este año en el entorno del 2 por ciento.

Nuevas medidas para paliar la crisis

Sobre la posibilidad de que el Gobierno tome nuevas medidas para paliar la crisis, indicó que se ha consumido el margen del que se dispone ahora y añadió que la situación "es la que es", por lo que es fundamental, continuó, hacer un seguimiento muy próximo de los acontecimientos por su continuos cambios.

En este sentido, Vegara subrayó que el Gobierno con sus medidas ha respondido "suficientemente" y de forma "más contundente y amplia" que otros países ante la crisis.

Además, el secretario de Estado destacó sobre las medidas de apoyo a la banca, que lo ideal es que el crédito fluya y que el actual se mantenga, sin que se cierren las líneas por abrir otras nuevas.

Vegara afirmó que lo que ha hecho el Gobierno es sentar las bases para que la oferta de crédito se expanda con normalidad y mostró su confianza en que el volumen de recursos muy importante que ha inyectado el Ejecutivo se traslade pronto a las familias.

Los fundamentos son sólidos

El secretario de Estado reiteró que la economía española está atravesando por dificultades importantes, pero subrayó que sus fundamentos son sólidos y está preparada para hacer frente a la crisis.

Por otra parte, abogó por que los ayuntamientos y comunidades autónomas no trasladen la pérdida de recaudación a los ciudadanos con un incremento considerable de las tasas y defendió que tengan en cuenta la inflación reducida que habrá a final de año.

En cualquier caso, admitió que esto es un deseo ya que los ayuntamientos y las comunidades autónomas tienen independencia financiera.

A preguntas de los periodistas, el secretario de Estado también se refirió a la posibilidad de que se convierta en el próximo ministro de Economía, y afirmó que "eso depende del presidente del Gobierno y nadie puede decidir sobre estas cosas".

A este respecto, él reconoció que es un hombre de Solbes, principalmente, añadió, "por estar con él durante cinco años catorce horas diarias".