Bajo el borrador del plan de bancarrota de GM adelantado por el rotativo, la compañía recibiría poco menos de 30.000 millones de dólares (unos 21.500 millones de euros) en préstamos federales adicionales.

La cifra es un punto de partida en las negociaciones entre el Gobierno y GM por lo que podría modificar, así como el plazo para una presentación de bancarrota. Una inyección de capital tan desmesurada podría conllevar una inversión del Gobierno estadounidense en General Motors de unos 45.000 millones de dólares.


El Gobierno indicó anteriormente que planea hacerse con el control de al menos un 50% de la compañía reestructurada y que posiblemente asumiría el derecho de nombrar a los directores del GM.

El Departamento del Tesoro rehusó comentar públicamente tanto la primera como la segunda información difundidas.