Las ventas de Toyota cayeron en noviembre el 30% interanual en sus tres principales mercados -EEUU, Europa y Japón-.
En diciembre, las previsiones apuntan a que las ventas seguirán a la baja, especialmente en Norteamérica, donde la concesión de préstamos para la compra de vehículos se ha vuelto más rígida.
El desplome de las ventas globales podría reducir los beneficios de Toyota en más de 200.000 millones de yenes (2.239 millones de dólares ó 1.532 millones de euros).
Según el Nikkei, en este ejercicio fiscal, Toyota se verá obligada a registrar pérdidas, ya que los 600.000 millones de yenes (6.715 millones de dólares ó 4.594 millones de euros) de beneficio neto entre abril y septiembre, no serán suficientes para compensar las dificultades económicas, ya que las condiciones de negocio han empeorado aún más desde entonces.

