"Si el Gobierno puede comprar hipotecas, ¿por qué no tarjetas de crédito o préstamos para el coche? Y si se pueden gastar billones en rescatar a Fannie y Freddie, ¿por qué no a General Motors o Ford?", añade la prestigiosa publicación británica. Los bancos estuvieron el año pasado nivelando sus cuentas generales pero, después de algunas grandes pérdidas, los inversores han perdido su apetito por la emisión de acciones.Las acciones en Lehman Brothers se han hundido, mientras el banco de inversión intentaba, sin éxito, encontrar un inversor externo para liderar la compañía hacia los resultados y hacia su propio plan de emergencia. "Puede ser positivo, en teoría, dejar a un banco inversor que fracase para 'animar a los otros' y para pulir la empañada reputación de Estados Unidos como campeón del mercado libre", sentencia el artículo, que añade que el rescate de Fannie y Freddie y las penurias de Lehman son solo los más recientes de una serie de exámenes a los que las autoridades tendrán que hacer frente durante el próximo año más o menos.De cualquier manera, la crisis crediticia ya no es simplemente un asunto de Estados Unidos. En Inglaterra, en España y en Irlanda los precios en el mercado inmobiliario están cayendo. La cartera en mora va creciendo en todo tipo de préstamos, desde la propiedad comercial a través de bonos corporativos hasta los créditos de consumo.