Inflación, inflación e inflación. Es el principal motivo que llevó al presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, a elevar el precio del dinero recientemente hasta el 1.25%. El objetivo del mandatario de la entidad fue claro: hay que combatir una inflación que se mantiene en el 2.7%, siete décimas por encima del objetivo del organismo europeo. Una medida que supuso el primer movimiento de ficha de un banco central… pero que no será el último.

Aunque los expertos reconocen que “ni en la FED
ni en el Banco de Inglaterra vemos subidas, es cierto que en nuestro entorno lo más probable será ver al menos dos subidas para terminar el año”, reconoce Antonio Castilla, socio director de CGA Patrimonios. Y es que “a medida que los desajustes fiscales de la periferia europea no sean el foco de atención del mercado y el crecimiento económico sea una constante, esperamos que los tipos de interés sean más elevados”, reconoce David Fernández, analista de Tressis. Una revalorización que dejará el precio del dinero en el 1.75% para comenzar 2012.

Con este panorama, la renta fija será sin duda una de las categorías que peor se defienda. Sobre todo la de plazos largos. José María Luna, director de análisis de Profim EAFI admite que la subida de tipos de interés en plazos largos les hace daño a aquellos fondos de renta fija que invierten en bonos con vencimientos superiores a 2, 3 y 4 años”. De hecho, reconoce este experto, en esta categoría ya estamos viendo rentabilidades negativas en lo que llevamos de ejercicio.

Sin embargo, la reacción de los fondos de inversión a las subidas de tipos dependerá del activo en el que éste invierta. Mientras que los fondos de renta fija con duración positiva en la curva se verán negativamente afectados “los fondos más flexibles, que puedan tener exposición negativa a duración, se verán beneficiados de este entorno de Endurecimiento monetario”, reconoce el experto de Tressis. Y ¿para los fondos de renta variable? Este experto admite que “si las subidas de tipos se justifican por presión de precios desde el lado de la demanda –lo que significa que existe crecimiento económico– históricamente la renta variable tiene una tracción positiva”. Sin embargo, el endurecimiento monetario como reacción a presiones inflacionistas de oferta, si no se acompaña de crecimiento económico constatable, puede tener cualquier efecto sobre la renta variable sin tener en cuenta otras condiciones de mercado (ceteris pairbus).

Gestión alternativa, convertibles y volatilidad, protección de la cartera

Sabiendo esto, no es difícil adivinar qué tipo de fondos nos permitirán proteger la cartera ante una subida de tipos gradual. Celine Giffard, responsable de fondos de inversión de Selfbank reconoce que los bonos convertibles sirven de protección de la cartera debido al efecto amortiguador de la opción: si los tipos suben, los bonos convertibles se comportarán no tanto como bonos sino como acciones. Por el contrario, si los mercados de acciones caen, tendrá el comportamiento de un bono. Al ser un híbrido entre la renta fija y la renta variable “permite sacar lo bueno de cada una de las opciones”.

Los expertos además ven oportunidades en los fondos de gestión alternativa en los que el gestor “con su estrategia es capaz de conseguir retornos positivos”, advierte Antonio
Castilla.

Pero ¿y si nos movemos por la parte de la renta variable? “La mejor opción son los fondos de volatilidad”.


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