Y de eso depende que lleguen a tener éxito o que se pierdan en la selva de las pérdidas. Una selva que se ríe del amazonas, por la rapidez en la que te introduces y lo despacio que empiezas a ver la salida. El primer tipo de inversores es el que personalmente bautizo como Tarzán. Se trata de aquel inversor que va a por los títulos grandes, reconocidos y que “a largo plazo siempre van bien”.
Este es el sistema de todo el que se acerca a la Bolsa las primeras veces. Se prueba suerte un título “porque me han dicho que…” a otro “porque un amigo…” sin ningún criterio propio. Y si no va bien, se va a otro. Al igual que el personaje de ficción, de liana a liana. Es como la lotería, se marcan los números, sin fundamento alguno o basándonos en fechas o datos sin sentido.
En el mercado se comete el mismo error, ir de título en título para ver si en una de esas gano algo. Siempre títulos conocidos, empresas grandes porque son “buenas”. De hecho, algunos de los valores que más ponderan en el IBEX como Telefónica, Banco Santander o Repsol tienen tendencia de medio plazo bajista. Un ejemplo de esto es este artículo (David vs Goliat. Se repite la historia) Es como si un aprendiz de Tarzán fuera de rama en rama, cayéndose constantemente pero intentando pillar una buena para decir, “ves? No se ha roto”, después de caerse 1.000 veces. Y digo yo, para hacer eso, no es mejor ir por el suelo?
Ese suelo, esa “seguridad”, (sin estar libre de peligros, que seguimos estando en la selva), es mucho más recomendable que la lotería de ver que liana falla o cual no. Este suelo es el Stock Picking. Se trata del segundo tipo de inversores, los que se dan cuenta de que caerse, duele y prefieren aprender a saltar antes que probar suerte con otra liana.
Este anglicismo se podría traducir como “elección de valores” y lo que viene a decir es algo tan obvio y tan difícil de conseguir en la práctica como que antes de entrar en el mercado, hay que valorar el título que se compra y sus circunstancias, entre otras muchas cosas. Por supuesto todos queremos rentabilidades altas y rápidas, pero antes que eso, es preferible que sean, aunque pequeñas, sostenidas en el tiempo. El camino rápido está lleno de trampas y de barro.
Desde el punto de vista técnico, este Stock Picking, se basa en encontrar los valores con tendencia más fuerte en el plazo en el que operemos. Nada de nombres, tamaños ni afinidad con la empresa por la razón que sea. La tendencia es la que manda y es lo que debemos observar a la hora de invertir. Aprovechar la tendencia hasta que se agote y cuando flaquee soltar la liana e ir a por otra con fortaleza suficiente.
No debemos pretender ser los más rentables ni los más rápidos sobretodo al principio. Paciencia, formación y operar de manera ficticia antes de ir a la selva. De lo contrario, mientras pensamos en nuestro dinero perdido, nos podemos encontrar recitando el famoso grito de Tarzán y entendiendo la razón por la que el único premio de la película fue la banda sonora; esa que decía “You´ll be in my heart”…