Siemens Gamesa se ha convertido hoy en uno de los protagonistas tras la amplia subida de precio objetivo que le ha otorgado JP Morgan. Concretamente, la casa de análisis lo ha revisado al alza hasta los 18 euros por acción, desde los 12,50 euros otorgados anteriormente. Esta nueva cifra supone un amplio potencial, superior al 27%, respecto al precio de 14,15 euros con el que la compañía finalizó la jornada del viernes en el Ibex 35.
Además de esta subida, los analistas han cambiado su recomendación sobre el valor a sobreponderar, desde la anterior de infraponderar, al considerarlo “una opción de entrada”.
Estas recomendaciones positivas para Siemens Gamesa llegan precisamente unos días después de que se produjera el cese de su CEO, Markus Tacke. No fue la única mala noticia para la compañía, que anunció la alta probabilidad de cerrar este año con pérdidas, debido al impacto en sus cuentas de la crisis provocada por el Covid-19, aunque incidió en que “las perspectivas a largo plazo de la industria siguen siendo atractivas”.
Ambos anuncios supusieron que el pasado jueves la compañía cerrara la sesión en el selectivo español con caídas del 7,5%, perdiendo los 15 euros por título. No obstante, durante las jornadas posteriores, parece que la firma quiere volver a recuperar parte de su valor. Hoy a media sesión acumula subidas cercanas al 4%, alcanzando los 14,60 euros por acción, con lo que se convierte en el valor del Ibex que más sube en la jornada.
Sin embargo, lo cierto es que Siemens no es, ni mucho menos, una de las compañías más golpeadas del Ibex debido a la pandemia. A lo largo de 2020, no ha sufrido grandes pérdidas en su cotización, y ha logrado remontar más de un 10% desde los mínimos de mayo.
Respecto a sus indicadores técnicos, Siemens Gamesa obtiene una buena puntuación, de 7 sobre 10, ya que se sitúa en fase de consolidación. Su tendencia tanto en el medio como en el largo plazo es alcista. Sin embargo, su volumen a medio plazo es decreciente, mientras que su rango de amplitud se sitúa creciente en el medio y largo plazo, lo que se traduce en una alta volatilidad para el valor.
