La estafa comenzó en 2003, cuando en el Mercado Alternativo de Inversiones de la bolsa de Londres se incluyó una sociedad que tuvo que suspender el comercio de sus acciones dos años después.


La investigación, que se inició tras una Comisión Rogatoria internacional de las autoridades británicas, concluyó que la entrada bursátil de la empresa y su oferta pública de acciones se hicieron mediante fraude.